Varios autores. Título original: Bart Simpson’s Guide to Life. |
Dado el enorme éxito de Los Simpson, la creación de Matt Groening que empezó a emitirse en la FOX en 1989, empezaron a proliferar los productos asociados a la familia de Springfield, entre ellos los del ámbito editorial. Hubo que esperar a 1997 para el primer recopilatorio de episodios, Guía completa de Los Simpson, pero antes hubo publicaciones tan interesantes como la que nos ocupa.
Bart Simpson: Guía para la vida es un libro cómico, contado desde la perspectiva del primogénito de la familia. Su subtítulo es “un mini-libro para los perplejos” y su propósito es hacer reír con una serie de consejos para la vida. Por supuesto, como no podía ser de otro modo al simular estar escrito por tan travieso e irreverente personaje, la mayoría de esos consejos no son nada edificantes, así que es mejor que no caiga en manos de niños fácilmente influenciables que acaban de aprender a leer.
Como los mejores episodios de la serie, posee atractivo intergeneracional, así que seducirá a niños -seguramente mayores de siete años- y adultos. Recuerdo haberlo disfrutado mucho siendo un niño, pero revisándolo ahora para escribir esta reseña he comprobado que buena parte de su encanto sigue intacto. Cierto que ya no me resulta tan fascinante como entonces, ni he leído la sección de sexo con la misma curiosidad -no hay nada mínimamente explícito, que ningún padre se preocupe-, pero la combinación de textos ingeniosos e ilustraciones sigue deparando buen entretenimiento.
Al fin y al cabo, el libro fue editado en Estados Unidos en 1993 y por entonces Los Simpson iba por la quinta temporada, así que aún estaba en plena dorada, cuando daba la impresión de que sus guionistas y colaboradores solo tenían buenas ideas.
Es una recomendación segura para los amantes de la serie, sobre todo para quienes añoren sus primeros años, pero también puede servir de introducción para quienes acaben de descubrirla, pues entonces comprobarán la diferencia entre el tipo de humor desarrollado a partir de, pongamos, la vigésima temporada, y el que proponía entonces.
Por cierto, la publicación invita al lector a descubrir el sentido de la vida si se siguen las pistas situadas en varias de sus páginas.