Juan Galiñanes. Categoría: Película. |
Antes de que Ilion Animation Studios o Lightbox Entertainment emprendieran una fuerte apuesta por la animación 3D realizada en España con una factura que fuese competitiva internacionalmente, hubo una pequeña compañía en Galicia que también tuvo ese propósito. Denominada Dygra Films, durante la primera década del presente siglo realizó regularmente películas en animación por ordenador, todas con ambición internacional, de modo que fue de los primeros intentos en España, contemporáneamente al de Filmax, por crear una industria de animación robusta.
La filmografía del estudio comenzó con la exitosa El bosque animado (2001) -segunda película de animación 3D en Europa-, que logró más de un millón de espectadores solo en los países controlados por el Observatorio Europeo Lumiere, y continuó con El sueño de una noche de San Juan (2005) y Espíritu del bosque (2008). Las dos primeras las distribuyó Disney en España y se estrenaron en otros mercados, la tercera no llegó a los 200.000 espectadores y, que yo sepa, no tuvo distribución internacional.
Imagino que el mal resultado de esta última influyó en el hecho de que, cuando Noche ¿de Paz? Holy Night! estuvo terminada, Dygra Films fuese ya una empresa en quiebra. Triste final para un estudio que había dado un importante impulso a la animación española y que había logrado dos Premios Goya en la categoría de Mejor película de animación. Este cuarto largometraje, de hecho, pretendía estrenarlo en formato estereoscópico, pero no pudo ser.
La despedida de la compañía fue este estimable film dirigido por Juan Galiñanes, director también del corto El bufón y la infanta (2007), nominado en los Premios Goya. Parte de una atractiva premisa: los muñecos de un Belén y las figuras decorativas de un árbol de Navidad están vivas y se toman muy en serio sus trabajos en el portal y en la creación y distribución de juguetes. Como la premisa de la saga Toy Story, pero en versión navideña. Tenemos figuritas de madera en el lado del Belén y una suerte de elfos en la parte del árbol, dos mundos que por supuesto no se llevan bien y se acusan mutuamente de sus problemas.
La creación de ese universo ficticio es interesante y resulta creíble. Incluye aciertos como la guía por la que se desplaza el ángel con la estrella, lo Reyes Magos metidos en un jacuzzi con sus camellos, la bola de Navidad que esconde una sala en la que practica Papá Noel y el rincón de las piezas dañadas. Cierto que el Belén es tan grande y variado que ganaría cualquier concurso de Belenes y que el tren eléctrico que recorre la casa es el sueño de cualquier niño, pero son licencias comprensibles. Aun así, tiene mérito que, tratándose de una película de aventuras, toda la acción transcurra en ese reducido espacio.
Lástima que, a pesar de la estimable factura lograda, se note el reducido presupuesto en la animación y en la banda sonora, y que los diálogos caigan frecuentemente en lugares comunes de este tipo de propuestas aptas para público infantil. Juan Galiñanes demostró ser un excelente guionista con Quien a hierro mata (2019), pero este guion firmado por cinco personas no destaca por su personalidad a la hora de escribir las réplicas.
Noche ¿de Paz? Holy Night! no llegó a disfrutar de un estreno comercial al uso, pero su tardío paso por las salas en el 2015 le sirvió para estar nominada en los Premios Goya 2016, la edición en la que ganó Atrapa la bandera (2015), dirigida por Enrique Gato.