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Masaaki Yuasa. Categoría: Película. |
Night Is Short, Walk On Girl fue la primera de las dos películas que Masaaki Yuasa estrenó en cuestión de meses. La otra es la también muy recomendable Lu Over the Wall. No sé cómo fue capaz el director de emprender dos proyectos de largometraje a la vez, con lo exigente que ya debe de ser estar al frente de uno solo, pero salió vivo del intento y entregó dos estupendos trabajos. Su caso, además, es especialmente asombroso porque solo un año después tuvo lista la exitosa serie Devilman: Crybaby, de la que dirigió los diez episodios.
Hablando de series, este film tiene muchos puntos en común con otra dirigida por Masaaki Yuasa en el 2010: Yojôhan shinwa taikei (The Tatami Galaxy fue su título internacional). También está basada en una novela de Tomihiko Morimi y ambientada en un ambiente universitario poblado de elementos y seres fantásticos; está impregnada del mismo romanticismo desde una perspectiva cómica; y, finalmente, participan algunos de los responsables clave: Yusuke Nakamura como diseñador de personajes e ilustrador, Nobutaki Itō como director de animación y Makoto Ueda como guionista.
Lo esencial es que ambas propuestas comparten una concepción igualmente imaginativa, colorista y experimental de la animación. Night Is Short, Walk On Girl es una explosión de recursos visuales que convierte el anime en un lenguaje cinematográfico, en una forma de comunicarse con el espectador y de mostrar la percepción del mundo de los personajes principales.
Ocurre por ejemplo que los colores de una habitación varían según el estado de ánimo de quien allí está, o que un personaje puede quedarse en blanco y negro tras enterarse de una mala noticia. La caricatura extrema puede servir para ilustrar hasta qué punto es picante una comida, los bailes son indescriptibles, un personaje puede caminar sobre fondos estáticos que van cambiando, todo se inunda de agua para mostrar la impresión que uno tiene al visitar un mercado de segunda mano… En fin, es un despliegue de imaginación visual espectacular.
Esa demostración de creatividad alcanza su cénit en la escena climática, que transcurre en la mente del protagonista masculino, una suerte de Érase una vez… la vida, solo que mezclada con reflexiones existencialistas e impulsos eróticos, una dualidad que, por cierto, recorre toda la cinta.
Más allá de su estética y animación, que bastan para justificar múltiples visionados, Night Is Short, Walk On Girl es interesante por el recorrido nocturno que propone. Es un sugerente cocktail de hedonismo, alcohol, sofismo, perversiones, dioses, extravagantes coleccionistas, románticos incurables, personajes variopintos, teatro clandestino y canciones que resultarían edulcoradas en cualquier otro contexto. Una versión moderna, japonesa y adulta de Alicia en el país de las maravillas.
