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Maxwell Atoms, Christina Sotta, Melchior Zwyer. Categoría: Película. |
Warner Bros. Animation lleva estrenando, directamente en formato doméstico, al menos una película al año protagonizada por Scooby-Doo desde 1998, es decir, inmediatamente después de su adquisición del catálogo de Hanna-Barbera. Son películas realizadas con el menor presupuesto posible, cuya animación subcontrata a algún estudio extranjero para ahorrar costes, y cuyos guiones son una caricatura de lo que un día fue la serie creada por Joe Ruby y Ken Spears. Son, en definitiva, subproductos que aprovechan la popularidad de los personajes como reclamo, pero concebidos en cadena con poco cariño, escasa imaginación y nulo espíritu innovador.
Tras un 2020 en el que maltrató la franquicia con la vulgar producción para cines ¡Scooby!, Warner Bros. Animation inauguró el 2021 con la trigésimo quinta entrega de la saga. Scooby-Doo! La Leyenda de Scoobydur comienza con una escena increíble que ya da una idea de la escasa verosimilitud con la que fue planteado el guion y continua con un despropósito tras otro. En fin, de lo que se trata no es de dar con una historia realista e imaginativa, sino simplemente ver a los personajes de siempre en situaciones familiares porque por lo visto hay gente a la que eso le gusta.
Aquí tenemos un viaje en el tiempo al periodo de Camelot, una bruja de chichinabo, uno de los más feos diseños de Merlín y una animación de segunda. No es que la animación de Hanna-Barbera fuera un dechado de sofisticación, pero al menos la estética tenía cierto encanto. Aquí, ni eso.
