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John Hodgman, David Rees. Categoría: Serie. |
Dicktown nació como miniserie incluida en la tercera temporada de la serie antológica Cake (1919). Sin embargo, dada su buena acogida, siguió el camino de propuestas clave de la animación adulta, como Æon Flux o Beavis y Butt-Head, que también habían nacido en un programa recopilatorio –Liquid Television (1990)-, antes de seguir su andadura en solitario. Aún está por ver si la que nos ocupa alcanzará la popularidad de la creada por Mike Judge -no parece probable-, pero desde un punto de vista artístico es tan interesante como ambas.
Lo mejor vuelve a ser su estética, notablemente distinta del estándar de la animación para adultos, al menos si se compara con las que emite la FOX –Los Simpson, Padre de familia…-. Tiene un aspecto más cercano al cómic de línea clara y, de hecho, en uno de los mejores episodios parodia Tintín, la creación de Hergé: es sintomático que, al imitar las viñetas del belga, la estética apenas si se aleje de la habitual en la serie.
En la segunda temporada, la extraña pareja formada por el detective privado, John Hunchman, y su ayudante y excompañero de instituto, David Purefoy, trata de abrirse paso en el mercado de los adultos para dejar atrás su etapa de encargos de adolescentes. Por supuesto, buena parte de la gracia está en ver cómo sus planes fracasan una y otra vez, a pesar del evidente talento detectivesco de Hunchman. Se pierde parte del encanto de la temporada inicial, la sátira de la adolescencia contemporánea, pero el mundo de los adultos tampoco sale bien parado y depara varios momentos de ingenioso humor, a ratos absurdo, a ratos disparatado, frecuente negro: véase el episodio que se mofa de los ricos herederos adictos a los videojuegos.
Por otra parte, quizá por ser finalmente una serie emitida de manera independiente, John Hodgman y David Rees plantearon un arco que abarca los diez episodios, de modo que conviene verlos todos y en orden para apreciar la temporada 2 debidamente.
