Fletcher Moules. Categoría: Largometraje. |
Por alguna razón, Netflix anuncia Entergalactic como un especial y en IMDb está presentada como una serie cuyo creador es Kid Cudi. Ignoro el porqué, quizá esta sea la primera entrega de varios especiales y entonces sí tenga sentido clasificarla como serie. En cualquier caso, lo que tenemos entre manos es un largometraje al uso, lo que popularmente llamamos una película, para que quede claro.
Aprecio el esfuerzo, se nota desde la primera escena, por proponer una animación 3D alejada de lo habitual en la esfera comercial. Otra cosa es que, para lograrlo, opte por lo que se ha dado en denominar “CGI pintado”, el estilo popularizado por Spider-Man: Un nuevo universo (2018) o la serie Arcane (2021). Fletcher Moules fue estricto con ese aspecto y pidió a los animadores que no recurrieran a fotogramas intercalados automáticos para que todo fuese realizado a mano, movimiento a movimiento. El resultado tiene su interés, pero la estética no es particularmente artística y esa deriva del 3D fue mejor usada en los dos ejemplos que acabo de mencionar.
El apartado visual, no obstante, es con diferencia lo mejor, porque la historia y su desarrollo difícilmente podían ser más convencionales. Sigue al pie de la letra la estructura clásica de la comedia romántica de Hollywood y acumula tantos clichés que en ocasiones casi parece una parodia: no falta el enamoramiento a primera vista reflejado a cámara lenta, el paseo bajo la lluvia en la primera cita, el montaje musical con las primeras actividades juntas, el enfado y ruptura provisional por algún malentendido, el discurso pronunciado en público pero que realmente va dirigido al interés afectivo y, cómo no, la reconciliación justo antes de los créditos finales. No es que me entusiasme revelar la trama, es que es todo así de tópico y los guionistas no se esforzaron nada por introducir variación o sorpresa alguna al modelo.
Por otra parte, al ser un proyecto impulsado por Kid Cudi, este aprovecha para incluir en la banda sonora una decena de canciones suyas -al final uno piensa que esto, más que una película, es un largo videoclip-. Entre que no son maravillas y que están empleadas de manera escasamente creativa, la parte musical contribuye a reforzar la sensación de ya visto.