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Matt Danner, Justin Lovell. Categoría: Película. |
Desde el primer plano -ese largo travelling que comienza en la Estatua de la Libertad, nos lleva por las calles de Nueva York y concluye en el Museo Americano de Historia Natural- queda claro que se trata de una propuesta de bajo presupuesto cuya animación no va a ser uno de sus puntos fuertes. Que no sea una superproducción tiene un pase, no es preciso que Disney se gaste más de cien millones de dólares con cada largometraje, pero que las elecciones artísticas sean tan discutibles -véase, tan poco interesantes- ya es más decepcionante. Con esto no me refiero tanto a la estética como al guion, su principal problema.
Quizá yo sea un tanto ingenuo por sorprendente a estas alturas de que Disney, el más importante estudio de animación del mundo, estrene subproductos tan poco cuidados. Al fin y al cabo, llevaba haciéndolo desde 1994, cuando inauguró la trayectoria de su estudio B, Disneytoon Studios, con la primera de sus secuelas de bajo presupuesto pensadas directamente para el mercado doméstico: El retorno de Jafar. La diferencia es que, si antes recurría a sus clásicos y series de animación, a partir de la segunda década del siglo XXI había ampliado su ‘área de explotación de propiedades intelectuales’ a las heredadas de su adquisición de 20th Century Fox: le precedían El diario de Greg (2021) y Ice Age: Las aventuras de Buck (2022).
Tras tres largometrajes estrenados en cines, del 2006 al 2014, Noche en el museo: El retorno de Kahmunrah es la cuarta entrega de la saga y la primera de animación. Se centra en tratar de recuperar el encanto de sus predecesoras -no lo consigue-, de modo que prácticamente no aporta novedad alguna. ¡Si hasta retoma el villano del segundo filme! Todo son tópicos, situaciones mil veces vistas, desarrollos previsibles, chistes poco ingeniosos, escenas de acción sin espectacularidad alguna…
Para la historia queda, al menos, que se trata del primer largometraje de animación 2D distribuido por Disney desde Winnie the Pooh (2011), pero si aquel lo realizó el estudio principal y, sin ser una maravilla, proponía cuidada animación, este se queda a años luz de la mejor animación a mano. A pesar de los esfuerzos de Atomic Cartoons con la iluminación, la animación no va más allá del estándar televisivo.
