Raphael Bob-Waksberg, Kate Purdy. Categoría: Serie. |
Aunque la segunda temporada no es tan redonda como la anterior e incluye momentos discutibles, esta nueva tanda de episodios confirma a Undone como una de las más imaginativas y singulares series del momento. No me refiero únicamente a las del ámbito de la animación para adultos. Ni siquiera solo a las de animación. Es una propuesta muy personal y atrevida que regularmente depara imágenes memorables, escenas de rara intensidad y atmósferas particularmente inquietantes. Lo que ocurre es que esta vez el resultado es algo más irregular, quizá porque, al rodarse en plena pandemia de Covid-19, las condiciones no eran tan favorables para una obra de tal ambición y complejidad.
Uno de los aspectos más llamativos de la serie creada por Raphael Bob-Waksberg y Kate Purdy es su empleo de rotoscopia combinada con animación 2D, que vuelve a ser aquí muy interesante. De hecho, desde un punto de vista estético es de nuevo estimulante y sorprendente y depara planos de gran belleza. Creo que está aún más conseguida que en la primera temporada y que solo por disfrutar del apartado visual ya merece la pena ser vista atentamente.
Desde un punto de vista narrativo, aprovecha de manera creativa los elementos fantásticos y sus guiones manejan con maestría el suspense de modo que cuesta no verse los ocho capítulos de un tirón -gracias Amazon Prime Video por estrenarlos todos de golpe-. También los personajes son generalmente atractivos, especialmente la dupla que conforman Alma y su padre Jacob, a quienes se echa de menos ver juntos en más escenas: Rosa Salazar y Bob Odenkirk están estupendos otra vez.
Sin embargo, los ocho nuevos episodios se instalan casi exclusivamente en el terreno de un melodrama con tintes de culebrón -dicho esto sin ánimo de ser despectivo-, lo que implica que ese logrado equilibro entre drama y comedia que caracterizó la primera temporada se pierde aquí para privilegiar la vertiente de dramón familiar. Le concedo que maneja bien esos ingredientes, pero la mayoría están muy manidos: véase el personaje de la curandera, que es exactamente como otros cientos de curanderas que hemos visto en otras tantas series y películas de tono muy serio.
Finalmente, pese a que sea un detalle menor que solo afectará a quien tenga el buen gusto de verla en versión original, chirría que varios personajes, a pesar de ser hispanos, de vivir en México o haberse criado allí, hablen un español de alumno angloparlante que no estuvo muy atento en las clases del instituto. Resta credibilidad a sus interpretaciones y a la ficción.