Eduardo Rivero. Categoría: Película. |
Tierna e imaginativa historia protagonizada por un niño con síndrome de Down que posee numerosos aspectos positivos, además del de favorecer la diversidad en las pantallas. Un Disfraz para Nicolas, basada en el libro Pablo y el baúl, de Jaime Mijares, aprovecha la capacidad del protagonista de viajar a un mundo paralelo para desarrollar una trama fantástica poblada por atractivos e interesantes personajes. Cierto que esa parte del film resulta más estimulante que la que transcurre en el mundo real, pero eso suele ocurrir con las propuestas de género fantástico.
En ese universo, habitado por los personajes del cuento que la madre de Nicolas solía contarle, de lo primero que llama nuestra atención es ese hogar móvil con patas que parece una versión reducida del que protagoniza El castillo ambulante (2004), de Hayao Miyazaki. A partir de ahí, Eduardo Rivero imprime a la cinta un bienvenido sentido de la aventura en el que uno tiene la sensación de que casi cualquier cosa puede ocurrir, que es lo mejor que le puede pasar a este tipo de cintas. En ocasiones me ha recordado a Gravity Falls, solo que apta también para un público más infantil.
El guion, por cierto, lo firma Miguel Ángel Uriegas, director de las dos anteriores películas de Fotosintesis Media, La increíble historia del Niño de Piedra (2015) y El ángel en el reloj (2017), esta última muy bien recibida, por cierto. Su libreto logra huir de la mayor parte de lugares comunes de este tipo de historias con protagonista enfermo y, a pesar de lo triste que es la premisa, evita la tentación de caer en el melodrama. De hecho, está muy bien que muestre a un niño valiente, decidido y risueño y que plantee un desenlace tan luminoso.
Desde un punto de vista estético, todo el equipo de Fotosintesis Media debió de realizar un meritorio trabajo, porque saca un enorme partido al reducido presupuesto -millón y medio de Dólares según IMDb-. Cierto que la mayoría de diseños y fondos son sencillos y no se permite ningún gran alarde visual, pero logra una factura atractiva y muy resultona. Además, aunque se nota que está animada con ayuda de ordenadores, en muchos elementos mantiene una estética 2D con cierto toque artesanal.
Un Disfraz para Nicolas vivió su estreno europeo como parte de la selección oficial del Trickfilm – Festival Internacional de cine de Animación de Stuttgart 2020, que es donde pudimos verla por primera vez.