Jean-François Laguionie y Xavier Picard. Categoría: Película. |
Le voyage du prince (el viaje del príncipe) retoma el universo de sabios monos antropomórficos que Jean-François Laguionie creó para Le château des singes (1999), recomendable película relativamente poco conocida. No es tanto una segunda parte, pues plantean tramas independientes, como una nueva visita a un mismo universo que expande su mitología. Quienes conozcan ambas apreciarán mejor algunos detalles de la que nos ocupa, como el retorno de la civilización que vive en lo alto, pero no es preciso haber visto la primera para disfrutar de esta. Ahora bien, en esta segunda visita al reino de los monos, Laguionie no estuvo solo: le acompañó en la aventura Xavier Picard, el director de Muumit Rivieralla (2014).
Desde un punto de vista estético, este segundo film es superior. El diseño de los fondos es una maravilla, por cómo están dibujados -que eso por supuesto-, por las referencias que aglutina y por los muchos detalles que incluye. La nueva sociedad de monos que nos presenta, por su avance tecnológico y costumbres, se puede situar entre finales del XIX, principios del XX, pero la estética y el guion introducen también elementos que remiten tanto al renacimiento como a la revolución industrial. Además, figura un divertido homenaje al cine que parodia la película más adecuada en este contexto: King Kong (1933).
En fin, que la animación sea una delicia y visualmente resulte tan atractiva no es ninguna sorpresa cuando están implicadas Mélusine Productions, responsable de algunas de las cintas de animación más interesantes de la década anterior, y cuando se sabe que fue realizada por Blue Spirit Studio, estudio que ha trabajado en las encantadoras El secreto del libro de Kells (2009), La vida de Calabacín (2016) o Pachamama (2018), además de otro estupendo film de Laguionie, El lienzo (2011).
Le voyage du prince es también una lúcida fábula humanista o un cuento filosófico al estilo de Cándido, de Voltaire, solo que algo más inofensivo que el clásico de la literatura francesa. Se le puede reprochar que los paralelismos entre nuestra sociedad occidental contemporánea y la de los monos sean demasiado evidentes a pesar de transcurrir en siglos diferentes. Sin embargo, ese es también uno de los aspectos más estimulantes, pues nos invita a mirarnos a nosotros mismos. Eso sí, lo hacemos a través de la mirada de Le prince, ese príncipe que descubre la nueva civilización guiado por su lazarillo particular, un bienintencionado niño.
Finalmente, quien pueda verla en versión original, cosa que aconsejamos, disfrutará también con los buenos actores implicados, especialmente un excelente Enrico Di Giovanni como el personaje protagonista.