|
John Paul Tremblay, Robb Wells y Mike Smith. Categoría: Serie. |
La segunda temporada de Trailer Park Boys: The Animated Series mejora ligeramente respecto a la precedente, pero no lo suficiente como para que la consideremos recomendable. Por supuesto, para los que disfruten con Trailer Park Boys es mejor que nada, pues al menos oyen las voces de los actores principales, pero incluso para ellos imagino que será un tanto decepcionante, pues la versión animada se queda muy lejos de los logros de la serie madre.
Los principales problemas vuelven a ser los mismos: estética poco atractiva, animación del todo convencional y desprecio absoluto por la credibilidad -que afecta incluso a las más disparatadas tramas-. Además, como en la primera temporada, buena parte de la comicidad de la serie original, que consiste en ver a los actores de carne y hueso y el cutre entorno en el que viven, se pierde con sus alter egos animados.
Luego está el asunto del falso documental, problemático a su manera. Por una parte, es empleado de la manera más perezosa y menos creativa posible. Por otra parte, cuando a los guionistas les interesa los personajes le hablan directamente a la cámara o cogen la pértiga para hablarle directamente al micrófono -así, sin más, sin justificación alguna-. En cambio, en otras muchas escenas no tiene ningún sentido que haya una cámara grabando pero ahí sigue por alguna misteriosa razón. Ese es un problema no resuelto, todo hay que decirlo, de la mayoría de falsos documentales desde por lo menos The Office (2001).
Hay que reconocer, eso sí, que los guiones de esta segunda temporada son algo más imaginativos y que figuran varios momentos cómicos a costa de reírse de la ignorancia de los personajes -especialmente la de Ricky-. Otra cosa es que tenga la impresión de que algunas de las ideas buenas que tienen gracia sobre el papel son arruinadas por una ejecución a menudo deficiente.
En fin, a quien no le gustase la primera temporada puede abstenerse sin remordimientos. Para los seguidores de Trailer Park Boys puede ser un divertimento a la espera de mejores cosechas.
