1955: Dobrý voják Svejk

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Dobrý voják Svejk

Jirí Trnka.
DOBRÝ VOJÁK SVEJK.
9/10

Categoría: Película.
Guion: Jiří Trnka y Jan Werich.
Año: 1955.
País: Checoslovaquia.
Género: Bélico, Comedia.
Técnica: Stop Motion, Cutout, 2D (breves fragmentos).
Idioma: Checo.
Característica: Sátira.
Duración: 1h 16min.
Clasificación por edades: NR-7.

Jirí Trnka debutó como director de largometrajes con el film de episodios Špalíček (1947), basado en las leyendas checas. Para el segundo film, Cisaruv slavík (1949), mostró su afán cosmopolita al adaptar un relato de Hans Christian Andersen. Sin embargo, por imposición del régimen comunista -que había vetado su intención de llevar a la pantalla Don Quijote de la Mancha-, no por voluntad propia, volvió a los temas checos en sus tres siguientes películas: Bajaja (1950), Staré povesti ceské (1953) y la que nos ocupa.

Dado que su anterior trabajo se había dedicado a ilustrar los orígenes de la nación checa -con un aventurado enfoque experimental y una brillante puesta en escena, eso sí-, es muy posible que Jirí Trnka viese en El buen soldado Švejk, la inacabada obra satírica del escritor checo Jaroslav Hašek, una excelente fuente para su próxima adaptación. Era poco probable que el gobierno comunista se negara, pues al fin y al cabo cumplía el requisito del patriotismo -el autor era checo-, pero podía colarle un film antibelicista y muy crítico con las jerarquías militares y policiales.

Jiří Trnka y Jan Werich -que además ejerce de narrador en la versión original- extraen de la novela su carga satírica al tiempo que logran un admirable equilibrio entre humor y vitriolo. Si en los dos primeros episodios ofrecen un retrato poco favorecedor de la estructura militar y denuncian los abusos de los altos cargos, el tercero es directamente una demoledora visión de la torpeza policial a través de la figura de un inepto oficial convencido de que el soldado protagonista es un espía ruso.

Y por supuesto, el personaje del soldado Svejk es una joya y los guionistas le sacan un enorme partido. Es una persona espabilada pero también terriblemente ingenua y con una capacidad intelectual probablemente por debajo de la media. En un momento dado el oficial de policía dice de él: “actúa como si fuera un idiota de pueblo”. Antes, un general se pregunta si se comporta adrede como un gilipollas o si es así de verdad. Es posible que el espectador también se haga preguntas similares en el inicio del film antes de comprobar que lo suyo es genuino, que el pobre tiene buena voluntad pero no da para más. Eso sí, es sintomático que el personaje más limitado intelectualmente sea el que mejor parado sale: da una idea de la opinión que el cineasta tenía sobre el aparato militar, policial y, en general, gubernamental.

Por otra parte, Dobrý voják Svejk es la película más singular de Jiří Trnka. No la mejor, pues ese título suele otorgarse a su largometraje final, El sueño de una noche de verano (1959), pero sí es muy rico visualmente. El director se inspiró en las ilustraciones que Josef Lada realizó para las primeras ediciones de las novelas de Jaroslav Hašek, así que además de otorgar al muñeco del personaje protagonista el aspecto que Lada le dibujó, en varios momentos de la cinta incluye pasajes animados con cutout que dan vida a esas ilustraciones. También hay breves fragmentos que parecen una mínima animación tradicional sobre elaboradas ilustraciones -que contrastan con el estilo sencillo de Lada– y otros no animados, como cuando el oficial de policía escribe su delirante informe sobre el falso espía ruso.

También narrativamente es muy peculiar, pues se trata de una doble rareza: un film bélico sin una sola escena de combate -salvo un brevísimo interludio entre el primer y segundo capítulo- y en el que predomina la comedia.

Dobrý voják Svejk participó en Cannes y ganó premios en citas tan importantes como Karlovy Vary o el Festival de Locarno.

Reseña Panorama
Puntuación
9
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