George Scribner. Categoría: Película. |
A Michael Eisner y Jeffrey Katzenberg se les reconoce a menudo, y merecidamente, su rol a la hora de favorecer el periodo de renacimiento de Disney, pero la primera película animada a la que dieron luz verde fue Oliver y su pandilla, que no es precisamente una de las más logradas o recordadas de su filmografía. Cierto que ese mismo año la compañía del ratón había estrenado la obra maestra ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, un híbrido dirigido por Robert Zemeckis con animación de Richard Williams, pero como preludio del renacimiento fue decepcionante: está a años luz del brillo artístico de La Sirenita (1989).
Hay muchos aspectos positivos en Oliver & Company, empezando por la estimable animación. Palidece comparada con los mayores logros de Disney, solo que el nivel del estudio es tan alto que no faltan diseños inspirados, personajes de admirable expresividad y secuencias memorables, como la climática persecución en el metro para la que los animadores echaron mano del ordenador: fue la tercera vez tras Tarón y el caldero mágico (1985) y Basil, el ratón superdetective (1986).
Por otra parte, adaptar Oliver Twist con perros como protagonistas es una idea potencialmente atractiva. Y sí, se reconocen elementos de la novela de Charles Dickens, solo que el drama dickensiano del original es previsiblemente reducido al mínimo para favorecer la buena acogida del público infantil que se pretendía llevar a las salas. En fin, es una adaptación muy libre que de la novela toma características de los protagonistas y poco más.
El problema principal es que el estudio ya había hecho esta película varias veces. Esta es una variación de La dama y el vagabundo (1955), 101 dálmatas (1961), Los aristogatos (1970) y Tod y Toby (1981) en la que incluso figuran escenas muy similares, así que menos mal que esta la realizaron los nuevos animadores de Disney -la mayor parte de los veteranos se habían jubilado ya-, pues de lo contrario a más de uno le habría dado una sobredosis de animar perros y gatos.
Finalmente, no ayuda que el personaje del perro latino tenga mucho de estereotipo -es el mujeriego de la pandilla, es fanfarrón y escucha ritmos latinos- y que la banda sonora no acabe de funcionar.
Dato curios: Oliver y su pandilla es estrenó en Estados Unidos el mismo día que En busca del valle encantado (1988), el clásico dirigido por Don Bluth. La protagonizada por dinosaurios tuvo mejor estreno, pero a la larga la de Disney se impuso en taquilla. Otra cosa es que, de las dos, la producida por Sullivan Bluth Studios sea la más popular.