La leyenda de Hei plantea un mundo en el que los espíritus y los humanos tienen que compartir el planeta. Dado el progreso tecnológico de los segundos, han obligado a los primeros a convivir con ellos en las ciudades o a recluirse en los pocos escondites naturales que quedan. Naturalmente, esto ha provocado que varios grupos de espíritus sientan escasa simpatía por la humanidad, mientras otros viven felizmente entre ellos y han aprendido a apreciar sus virtudes.
El planteamiento tiene similitudes con dos de las mejores películas dirigidas por Hayao Miyazaki, La princesa Mononoke (1997) y El viaje de Chihiro (2001), y el maestro de la animación japonesa es una más que probable influencia de Mtjj, sobre todo estéticamente, pero también al difuminar la frontera entre buenos y malos. También se parece a otra obra de Studio Ghibli, Pom Poko (1994), la dirigida por Isao Takahata, solo que con los espíritus en el papel de los perros mapache.
En fin, el debut como director de largometrajes de Mtjj no destaca por su original planteamiento y prácticamente todo es familiar, pero eso no impide que este creativo reciclaje resulte atractivo o que la creación de su universo posea elementos con cierta personalidad. Particularmente interesante, por ejemplo, es como sitúa a espíritus milenarios en un entorno contemporáneo: verlos en una ciudad del primer mundo o enganchados a los móviles tiene su gracia.
Por otra parte, aunque hay elementos ecologistas y la convivencia entre humanos y espíritus es un interesante subtexto, el foco está aquí comprensiblemente puesto en las cuestiones más comerciales: los poderes mágicos y las luchas que provocan. Dicho esto, las escenas de acción están muy bien realizadas y aprovechan muy bien los poderes de los contrincantes, aunque en ocasiones Mtjj tiende a subrayar la espectacularidad con movimientos tan rápidos que cuesta percibirlos: es una tendencia recurrente, no le pasa solo a él.
Por otra parte, aun tratándose de un film de acción con trasfondo dramático, es estupendo el sentido del humor que desarrolla: además del encantador personaje protagonista, ese Hei que nos hace sonreír multitud de veces con su carácter, hay chistes tan inspirados como el que se ríe de Nezha y el estilismo de su cabello.
La leyenda de Hei, en definitiva, es una excelente adaptación cinematográfica de la webserie The Legend of Luo Xiaohei, de la que es una precuela. La animación es satisfactoria y el guion interesante, así que solo una narración un tanto convencional en algunos pasajes reduce levemente su encanto.
Uno de los aspectos más determinantes de la tercera década del presente siglo será asistir a la evolución de la animación china, y me refiero específicamente a su recepción internacional. Películas como esta favorecerán mucho que vaya ganando adeptos fuera de las fronteras de China.