Sylvain Chomet. Categoría: Cortometraje. |
Muchos descubrimos a Sylvain Chomet con su primer largometraje, la obra maestra Bienvenidos a Belleville (2003), que además de ser muy apreciada por críticos de todo el mundo, obtuvo un sorprendente éxito. Sin embargo, resulta que su talento estaba ya claramente expuesto para quien quisiera verlo en este corto, La anciana y las palomas, creado seis años antes.
Ambiciosa producción para tratarse de un cortometraje de debut, presenta un exquisito cuidado de cada detalle a pesar de su casi media hora de duración. El diseño de los personajes es una maravilla que ya desarrolla el peculiar estilo por el que sería conocido después. Pienso, por ejemplo, es el escuálido policía, con su cuello largo y su rostro con todos los huesos marcados. O en la adorable anciana, prácticamente un círculo, como la heroína de Bienvenidos a Belleville.
En cuanto a los fondos, son para llevárselos a casa y enmarcarlos en la pared. Cómo retrata los edificios clásicos de París, o el parque urbano, es una preciosidad. Finalmente, su animación y tipo de narración, de tempo acompasado, estaban casi del todo definidas ya aquí. Para ser un primer trabajo profesional, mostró una madurez artística asombrosa.
Los aspectos estéticos y las cuestiones relativas a la animación son uno de los mayores reclamos de La anciana y las palomas, pero es que están redondeados por una sorprendente trama que parece un tipo de film cuando comienza y otro muy distinto en su delirante desenlace. Es una ingeniosa comedia negra que funciona como parábola del fracaso y el éxito en la sociedad contemporánea y que encuentra tiempo para observar los estereotipos asociados París, la obesidad infantil y la ignorancia de los turistas que visitan la capital francesa. Todo eso con un toque de surrealismo que lo envuelve todo. ¿Nada mal, verdad? Si te despierta la curiosidad, bienvenido al universo animado de Sylvain Chomet.