Alê Abreu. Categoría: Película. |
Ambiciosa obra de estética artesanal en la que Alê Abreu logró aunar una propuesta visual fascinante y encantadora con una mirada comprometida y lúcida a la hora de denunciar las desigualdades y la pobreza del mundo contemporáneo. Transcurre en Brasil y muchos de los elementos, entre ellos su excelente banda sonora, beben de la cultura y características del país, pero se trata de una crítica de alcance tristemente universal.
El niño y el mundo es un alarde de imaginación que nos sumerge desde el inicio en su propio universo estético. No porque nos traslade a un mundo de fantasía: todo lo que vemos resulta muy familiar y reconocemos constantemente la sociedad moderna y las masificadas ciudades. El efecto es en cambio conseguido con su personalísima propuesta visual, que combina texturas (lápices de colores, ceras, collages…), colores y estéticas de un modo muy personal.
Es también una obra que pasa con naturalidad de animación cercana al documental a pasajes casi abstractos, de gran inventiva o de índole fantástica. En esa combinación reside buena parte de la fuerza del film.
Por otra parte, no hay nada en el metraje que no sea apropiado para niños -ni siquiera para los más pequeños-. Habrá padres sensibles que les pongan a sus hijos El niño y el mundo para que descubran otro tipo de animación. Sin embargo, advierto que su estética, tono melancólico y triste historia están en las antípodas del cine de animación comercial -y por eso mismo es tan recomendable que la vean los niños-. La denuncia social, eso sí, es muy posible que sea mejor apreciada por adultos, de modo que este es uno de esos films que funcionan a varios niveles y deberían atraer a público de todas las edades.