DUG Y CARL (DUG DAYS).
7/10
Esta ampliación del universo de Up (2009) es la tercera serie realizada por Pixar, tras Forky hace una pregunta (2019) y Palomitas Pixar (2021), cuarta si se cuenta también Cars Toons (2008). Esta reciente proliferación de series de un estudio hasta entonces centrado en las películas y los cortometrajes se explica por el inicio de actividad de Disney+, la prioridad para Disney, de modo que es fácil imaginar a los ejecutivos de la casa del ratón urgiendo a Pixar a crear contenido más allá de sus propuestas cinematográficas. El servicio de streaming necesitaba originales para atraer suscriptores así que estas miniseries servían al mismo tiempo como reclamo y como pasatiempo a la esperar de propuestas más ambiciosas.
Como ocurre con las anteriores series, se nota en Dug y Carl que no era un proyecto prioritario para Pixar. Es una creación menor en el seno de una filmografía que alberga varias obras maestras de la animación 3D y ni siquiera se puede comparar favorablemente con sus más inspirados cortometrajes. Sin embargo, también como de costumbre en el estudio, técnicamente es irreprochable y la calidad de la animación es muy alta.
De los cinco episodios, no hay ninguno brillante, pero puntualmente sí disfrutamos de ideas ingeniosas, como el sueño de Dug que nos muestra el paraíso de un perro o el enfrentamiento entre el perro y una ardilla por unas cuentas semillas -tiene un toque de corto clásico de los Looney Tunes solo que algo menos alocado-.
En fin, la serie no tiene nada de malo, pero además de quedarse muy lejos de los grandes logros de Pixar se echa de menos algo más de aventura artística: un perro parlante como protagonista o un capítulo entero dedicado a cachorros no resulta precisamente original.
