Enrique Gato. Categoría: Película. |
Nacida en dos cortometrajes de Enrique Gato, ambos premiados en los Goya, la protagonizada por Tadeo Jones se convirtió en la saga cinematográfica más exitosa de España y, muy posiblemente, en la más internacional. Las aventuras de Tadeo Jones (2012) representó un doble hito para la animación española: tecnológico, puesto que logró una factura similar a la de las grandes producciones europeas; y comercial, dado que se estrenó en prácticamente todo el mundo, con éxito en varios mercados.
Tadeo Jones 2: El secreto del rey Midas confirmó la popularidad de la saga y el buen hacer técnico de Lightbox Animation Studios, el estudio responsable, así que no es ninguna sorpresa que una tercera entrega fuese producida. De esta se puede afirmar que cumplió de nuevo con su misión: la factura está cada vez más cerca de una producción de Hollywood -a pesar de las enormes diferencias presupuestarias- y, a juzgar por su fin de semana de estreno, repetirá el éxito en taquilla de sus predecesoras.
De Tadeo Jones 3: La tabla esmeralda me parece meritorio que, más allá del lógico progreso tecnológico, desarrolle una parte visual más satisfactoria, especialmente cuando se atreve con ambientes oscuros, como en el estupendo inicio o en la secuencia climática. Aprecio también varios detalles de hábil puesta en escena y un acertado desarrollo del personaje protagonista, un antihéroe tragicómico destinado a una vida sin reconocimientos.
Sin embargo, advierto asimismo las mismas limitaciones que de costumbre. Una tiene que ver con la nula voluntad de apartarse del modelo narrativo y estético de Hollywood, de modo que la narración es muy convencional y no cabe buscar aquí un enfoque mínimamente personal. La otra es que apenas si podamos disfrutar del talento de los guionistas, que a menudo se contenta con chistes fáciles -o el enésimo uso perezoso de los carteles de Belzoni- en lugar de exprimir su ingenio. Así, las mismas mentes que nos obsequian con gags de cierta gracia como los del Tour o Notre Dame son las que nos hacen padecer chistes de pedos, entre otras bobadas que hace o dice Momia.
A eso se suma que el guion está más preocupado por enlazar esos chistes y escenas de acción que por proponer una trama mínimamente creíble o por desarrollar personajes atractivos -la mayoría son más bien antipáticos o, directamente, insoportables-. De modo que sí, celebro el esfuerzo técnico que supone, pero es decepcionante una vez más que las legítimas pretensiones comerciales sean a costa de renunciar a matices, personalidad y un enfoque más artístico. Que al comenzar los créditos finales suene una espantosa canción es un síntoma de cómo, puntualmente, el afán promocional hace caer al filme en el más bajo denominador común.
Nota: nominada en los Premios Goya 2023 en la categoría de Mejor película de animación.