CHAINSAW MAN.
8,5/10
Adaptación del manga homónimo de Tatsuki Fujimoto, Chainsaw Man fue uno de los animes más destacados de los estrenados en el 2022 y, con diferencia, el más popular de la temporada de otoño. Lógico en vista del éxito del manga, del que había más de 16 millones de copias en circulación.
La adaptación es generalmente satisfactoria y se mantiene relativamente fiel a la obra original, de ahí que fuese tan bien acogida. Otra cosa es que, al optar por una estética adscrita al estándar del anime comercial contemporáneo, pierda parte de la personalidad de la fuente. Eso no quita que el apartado visual sea de lo mejor de la propuesta y abundan las imágenes memorables y chocantes -cuando el protagonista es un joven que, tras pactar con un demonio, puede transformar su rostro y extremidades en motosierras, a nadie le sorprenderá si abunda el gore-.
Narrativamente, la serie no va más allá de lo que el anime comercial llevaba una década ofreciendo en lo que respecta al subgénero de los cazadores de demonios. Estos seres demoniacos, por ejemplo, tienen más o menos el aspecto habitual en este tipo de productos: resulta llamativo, pero no hay nada nuevo. En cambio, los personajes centrales son atractivos, las tramas son resultonas y tanto la puesta en escena como el nivel de producción están por encima de la media, de modo que se ve con mucho gusto.
Chainsaw Man está dirigida por Ryu Nakayama, con guiones de Hiroshi Seko, diseño de personajes de Kazutaka Sugiyama, dirección de animación de Tatsuya Yoshihara, diseño de demonios de Kiyotaka Oshiyama, dirección de arte de fondos de Yusuke Takeda, diseño de color de Naomi Nakano y producción de Keisuke Seshimo.