Ayer, jueves 11 de marzo, se presentó en Cartoon Movie 2021 El tesoro de Barracuda (The Treasure of Barracuda), película en desarrollo, de momento en la fase inicial de concepto, impulsado por Valérie Delpierre en Inicia Films.
Dirigida por Adrià Garcia a partir de un guion de Amèlia Mora, adapta el libro homónimo de Llanos Campos con deliciosas ilustraciones de Julia Sardà. Por lo que hemos podido ver en el vídeo enviado al evento francés que este año se celebra en línea, será una película en animación 2d con una estética cercana a la del dibujo a mano: puedes hacerte una idea con la imagen que ilustra esta noticia.
El proyecto está en buenas manos porque lo dirige Adrià Garcia, director de la recomendable Nocturna (2007) y director artístico de la exitosa El Cid: La leyenda (2003); mientras Amèlia Mora es guionista de La Unidad (2020) y ha participado en [REC]² (2009) y Mientras duermes (2011). Además, Inicia Films es la compañía responsable de largometrajes tan interesantes como Verano 1993 (2017), Uno para todos (2020) o Las niñas (2020), reciente triunfadora como Mejor película en los Premios Goya 2021.
La película tendrá una duración prevista de 90 minutos y será apta para público infantil.
Lo que más nos ha gustado
-La estética en 2D.
-Lo que hemos podido ver del diseño de personajes, aunque quizá no sea la versión definitiva.
-Que el personaje principal sea una niña en un mundo de hombres.
-Que la protagonista sepa leer y esa sea una de sus mayores cualidades.
-El espíritu de aventura clásica que parece tener la trama.
Sinopsis oficial: «El capitán Barracuda está obsesionado con encontrar el tesoro de Phineas Crane, el más valioso y buscado por todos los piratas del Caribe. Para lograrlo, necesitará contar con la ayuda de Chispas, una niña que finge ser un niño para poder sobrevivir entre los salvajes miembros de la tripulación de Barracuda. El hallazgo de un libro de memorias de Phineas Crane será la clave para llegar hasta el ansiado tesoro y también la tabla de salvación de Chispas, ya que es la única que sabe leer en el barco y, por tanto, la única capaz de descifrar ese “mapa de letras” que supone el manuscrito hallado».
