Adri Torres es un animador español, nacido en La Rioja en 1988, que ha desarrollado buena parte de su trayectoria en Estados Unidos. Con más de siete años de experiencia, ha trabajado en películas, series y anuncios para Disney, Netflix Animation, HBO, KidsCave Studios, Nintendo, Coca-Cola o Marvel, entre otros estudios y clientes. Le preguntamos por sus inicios en el mundo de la animación y por su experiencia en la industria estadounidense.
¿Qué animación te gustaba especialmente cuando eras pequeño?
Crecí viendo películas Disney y Pixar en bucle. Recuerdo que en cada cumpleaños o navidad me regalaban un par de pelis que me las ponía hasta que me aprendía los diálogos de memoria. Por suerte fui niño en la época dorada de los 90, donde encontramos El rey león, Aladdín, La sirenita, La bella y la bestia o Toy Story.
¿Sabías ya que querías dedicarte a la animación cuando estudiaste Bellas Artes en la Universidad del País Vasco? ¿Tuviste asignaturas de animación?
Desde pequeño me encantaba dibujar y hacer mini películas con muñecos y la vieja videocámara de mis padres. Desde entonces quería hacer esas películas de Disney que tanto me apasionaban, pero no sabía muy bien como enfocar esa creatividad. Empecé Bellas Artes por que tocaba todos los palos (y siendo sincero los Masters privados de Animación en España eran carísimos). Al entrar en la facultad hice asignaturas de animación e ilustración, pero la verdad es que eran muy básicas, nada que no hubiese aprendido años antes en internet. La carrera, al menos hace 12-13 años cuando yo la empecé, estaba muy enfocado a las artes plásticas (incluso las especializaciones de Animación y Diseño, que fueron las que yo hice).
Tras un primer año de frustración, me empecé a mover cogiendo prácticas en empresas relacionadas con la animación y los videojuegos, hice muchas colaboraciones no pagadas de ilustración y me apunté a cursos online. No quiero desanimar a nadie que empieza una carrera en Bellas Artes, esa época es muy bonita y te ayuda a crecer como artista. Sin embargo, la experiencia me enseñó que para trabajar en esta industria tan competitiva la carrera universitaria tiene que ser un elemento más de tu formación. Aunque en ese momento no lo veía así, con el tiempo me he dado cuenta que esos conocimientos en artes plásticas me han ayudado mucho a avanzar aprendiendo en mi trabajo como Diseñador de Conceptos para Animación.
Tras varias experiencias profesionales en España, te fuiste a vivir a Estados Unidos. ¿Qué te atraía de irte a trabajar allí?
Mientras estudiaba, empecé a darle vueltas a la idea de irme ya que todos los grandes estudios estaban en EEUU. Tuve una profesora llamada Txaro Arrazola que había vivido en Nueva York y escucharla hablar de como era la industria allí me motivaba muchísimo. Además, cada vez que había charlas o conferencias de animadores o ilustradores, todos tenían en común que cruzar el charco les cambió la vida personal y creativamente hablando.
Tras varios trabajos de freelancer mientras estudiaba la carrera, me presenté a todas las becas que pude encontrar en internet y me seleccionaron para unas prácticas en una agencia de Nueva York. En ese momento aún me quedaban dos años de carrera en la universidad, por lo que no fue fácil convencer a todos los profesores de terminar mis estudios a distancia. Por suerte, en la facultad fueron muy comprensivos y empecé la aventura en Nueva York.
¿Qué tal fue la experiencia en el California Institute of the Arts?
Tras las prácticas en Nueva York, continué cuatro años más como Director de Arte en una agencia y, aunque me encantaba mi trabajo, sentía que no quería salirme del camino del cine de animación. Entonces hice una locura, dejé el trabajo fijo, me apunté a una MasterClass intensiva en la mítica universidad de CalArts y me mudé al otro lado de Estados Unidos. Para quien no lo sepa, California Institute of the Arts fue fundada por Walt Disney, sus profesores son gente muy reconocida de la industria de animación y de allí salieron gente como Tim Burton o John Lasseter. Esa experiencia fue increíble, es una escuela muy exigente, pero tiene un ambiente que te motiva a dar el 110%.
Veo que participaste en Los hermanos Willoughby, una de las películas más atractivas visualmente del 2020. ¿Qué tal fue la experiencia?
Pues fue corto, pero intenso. En esta industria cuando estás enfocado en un proyecto, te suelen pedir que lo compagines con otros. En ese momento estaba haciendo una serie también para Netflix (aún no se ha anunciado, pero está prevista para 2022), por lo que fueron semanas intensas de trabajo. Desde el principio, me encantó el mundo visual que habían desarrollado para la película y fue un placer dar mi granito de arena.
Tu especialidad es el desarrollo visual, el arte conceptual y el diseño de personajes. ¿Qué te interesa de esos ámbitos de la animación?
La libertad de crear cualquier cosa que te imagines y adaptarlo a la película o serie. En el desarrollo visual básicamente marcas las reglas de ese mundo que el público verá y donde los límites (además de los propuesto por los Directores) los marca tu imaginación. Además, te suelen permitir mezclar varias técnicas y estilos que es algo que me encanta.
Has trabajado para publicidad, videojuegos, series y films. ¿Cuáles son las principales diferencias entre ese tipo de proyectos?
La publicidad es mucho más inmediata, tiene que estar siempre para antes de ayer. En videojuegos o series/films tienes más tiempo para preparar y explorar diferentes opciones. En publicidad lo que prima es la efectividad y el rendimiento de lo que haces, algo que en series y películas es solo un elemento más a tener en cuenta. La historia, el estilo, los conceptos, etc. varían mucho desde que se empieza una producción y ese desarrollo es muy gratificante para nosotros como artistas.
¿Cómo has vivido el trabajo a distancia, desde España, durante la pandemia?
Siendo sincero no he notado mucha diferencia durante el confinamiento. Mi familia y amigos cambiaron por completo sus rutinas de vida, pero yo seguí con el mismo horario desde casa. En los estudios es muy habitual trabajar a distancia por lo que no fue una situación diferente a las vividas en otros proyectos.
¿Cuál es tu mayor ambición artística y/o profesional en el ámbito de la animación?
Mi sueño de trabajar en Disney se ha cumplido, pero eso solo significa que hay muchos otros por cumplir. Me encantaría en algún momento poder dirigir un proyecto propio como un corto o film. Tengo varias historias preparadas, pero nunca se encuentra el momento adecuado para parar y enfocarte en eso.
¿Puedes adelantarnos algún proyecto que tengas entre manos?
Como te comentaba, acabo de terminar una serie en Netflix que previsiblemente se estrenará en 2022 y he realizado varios conceptos para una peli que saldrá en un par de años. Ahora mismo estoy en Disney enfocado en un proyecto muy divertido, pero del que desgraciadamente no puedo contar nada aún.