QUÉDATE EN CASA CON GOOFY (GOOFY IN HOW TO STAY AT HOME).
8/10
Se ve que a algún ejecutivo de Disney le hizo gracia rememorar los cortos de la era dorada de Disney, de modo que dio luz verde a una miniserie para Disney+. Recuperaron entonces un personaje nacido a principios de los años 30, las imágenes estáticas que presentaban los cortos clásicos y el slapstick que caracterizó buena parte de las producciones de aquella época. El resultado es Quédate en casa con Goofy, un guiño a la era que estableció los cimientos creativos y económicos de la casa del ratón.
La miniserie incluye solo tres cortos, ninguno de los cuales llega a los dos minutos de duración: el cuarto episodio es un recopilatorio de los tres anteriores. En fin, mucho dinero no invirtió en el proyecto. Eso sí, es de todos modos muy bienvenido porque, aunque solo sean seis minutos, son estupendos. Es más, en lugar de relegar la producción a su marca Disney Television Animation, como suele ser habitual con los proyectos para televisión, la firma como Walt Disney Animation Studios, el estudio principal, el de los largometrajes que considera canon. Además, asegura la compañía que la animación está realizada a mano y, de hecho, los dirige Eric Goldberg, animador que llegó a Disney en plena era de renacimiento y que participó en películas como Aladdín (1992), Hércules (1997) o Fantasía 2000.
Los tres cortos están bien, tienen todos gracia -especialmente el dedicado al atracón de televisión-, Goofy no ha perdido nada de su encantadora ingenuidad y la animación se nota que está cuidada. Seguramente no sea Quédate en casa con Goofy la razón por la que aumenten las suscripciones a Disney+, pero propuestas como esta contribuirán a que los entusiastas de la animación la renueven unos meses más por si llegan otras de este estilo.