THE HAMLET FACTORY.
8/10
Según Wikipedia, “El teorema del mono infinito afirma que un mono pulsando teclas al azar sobre un teclado durante un periodo de tiempo infinito casi seguramente podrá escribir finalmente cualquier texto dado. En el mundo angloparlante se suele utilizar el Hamlet de Shakespeare como ejemplo”. The Hamlet Factory se toma esta premisa literalmente y nos presenta a un número infinito de monos cuyo trabajo de oficina consiste en pulsar teclas al azar de una máquina de escribir con la esperanza de que uno de ellos llegue a reproducir Hamlet tal y como lo escribió el autor británico.
Ese punto de partida, naturalmente, es terreno abonado para que Phil Jamesson y Jeremy Kaplowitz desplieguen píldoras de humor absurdo que satiriza el trabajo de oficina, las relaciones entre trabajadores y cómo los empleados se toman su trabajo. El tono y el humor funciona, también las rupturas de la cuarta pared, así que los seguidores habituales de Adult Swim seguramente quedarán satisfechos.
La pena es que, seguramente por la falta de presupuesto, ni estética ni animación sean particularmente atractivos. Es como el estándar de tantas series, pero sin un apartado visual con personalidad. Jackie Gorman (Solar Opposites) fue el responsable del diseño y la animación, así que doy por hecho que no dispuso de apenas tiempo para completar su labor.
Los tres episodios se pueden ver gratis en el canal de YouTube de Adult Swim, como parte de su colección ‘Smalls’.
