Jiří Trnka. Categoría: Película, Antología. |
Staré povesti ceské es el cuarto largometraje de Jiří Trnka, el maestro de la escuela de animación checa. Sucede a Špalíček (1947), que recopila seis fragmentos sobre costumbres y leyendas nacionales; Cisaruv slavík (1949), adaptación del cuento El ruiseñor, de Hans Christian Andersen; y Bajaja (1950), fantasía medieval a partir un relato de Božena Němcová.
En ese punto de su trayectoria, Trnka era apreciado incluso por el régimen comunista, que no tenía problema en financiar sus obras. Según escribió Edgar Dutka para la web Animation World Network, “les parecía que los muñecos eran para niños y que no podían causar ningún daño político; sin embargo, hasta finales de los 80, dos partes del film Spring, con una procesión de cristianos, y de The Legend of St. Prokopwere estaban prohibidos como propaganda religiosa”.
No fue el único problema del cineasta con el régimen. Él quería que su siguiente proyecto fuese una adaptación de Don Quijote de la Mancha -proyecto que trató de realizar hasta finales de los 50, cuando finalmente se dio por vencido y optó por adaptar a William Shakespeare para su obra maestra El sueño de una noche de verano (1959)-. El gobierno estaba contento con su trabajo y quería que dirigiese más películas, pero le presionó para que abandonara la obra de Cervantes, que consideraba demasiado cosmopolita, y se fijase en Staré pověsti české (antiguas leyendas bohemias), el libro de Alois Jirásek escrito en 1894. En fin, ninguna sorpresa, dado que los regímenes autoritarios suelen querer que sus artistas se dediquen a loar el pasado de la nación: lo mismo que el régimen soviético llevaba décadas haciendo con Soyuzmultfilm, el referente de la animación soviética.
Por lo visto, según escribió también Edgar Dutka en el citado artículo, “Trnka no quería hacerlo. Prefería dejar de trabajar en el estudio y volver a ilustrar libros para niños, pero en la soledad encontró la clave para este tema. Hay poderosas y brillantes escenas en el film, gran animación de personajes y espléndida música, más al estilo de Janacek que de Smetana. Trnka se convirtió en un verdadero cineasta con este film pero tenía razón: un tema así tuvo una audiencia muy limitada. Incluso los checos no apreciaron una versión filmada de la historia que tenía que aprender en el colegio”.
El caso es que, en palabras de Jordi Sánchez-Navarro para su estupendo libro La imaginación tangible (2020), aquí Trnka “acude al folclore para relatar los gloriosos orígenes de la nación checa”. Eso implica que, desde un punto de vista del argumento, estos siete relatos sobre los héroes, mártires y reyes de la religión de Bohemia no se cuentan entre lo más estimulante de su filmografía. No, al menos, comparado con la más convencional estructura de los entretenidos Cisaruv slavík y El sueño de una noche de verano.
Ahora bien, el director lo compensó con su excelente puesta en escena, de modo que narrativa y estéticamente sí se trata de una muy interesante propuesta. Sus bellos encuadres, la elección de ángulos y, sobre todo, los frecuentes movimientos de cámara, conforman junto al resto de elementos artísticos (fotografía, vestuario, decorados…) un conjunto que podría ser estudiado en las escuelas de cine. De nuevo, como suele ocurre en su filmografía, poco importa que los protagonistas sean muñecos porque todo en la puesta en escena está tratado como si fuera una superproducción con actores de carne y hueso.
Por otra parte, aunque puntualmente recurre a voces en off que ejercen de narradores o a breves diálogos, el lenguaje audiovisual es prácticamente el del cine mudo, una combinación de imágenes y música, cosa que demuestra el dominio del cine que poseía. Por cierto, las pocas veces en que un personaje habla, Jiří Trnka encontró la manera de no filmar su rostro, aunque sea a costa de mostrarlo de espaldas: hubiera quedado raro oírlo hablar sin que su boca se mueva. Porque sí, los muñecos que empleó aquí son algo más sofisticados que los sencillísimos de su debut, pero seguía sin recurrir a las expresiones o movimientos faciales.
Una vez más, la expresividad de los personajes lo logra con la combinación de su brillante puesta en escena y una experta animación del cuerpo, de modo que incluso cuando vemos un rostro inmóvil transmite sentimientos con un travelling, un gesto del cuello, un primer plano… También por su empleo del stop motion con muñecos debería ser atentamente estudiado en las escuelas de animación.
Film premiado en el Festival Internacional de cine de Venecia y ganador del Premio de la crítica en el Festival Internacional de cine de Locarno, dos destacados reconocimientos que confirman la estima que sus compañeros de profesión tenían por el cine de Jiří Trnka.
Nota: que yo sepa, la película es también conocida por su título en inglés, Old Czech Legends, y en francés Les Vieilles Légendes tchèques.
No es mi largometraje de Trnka favorito, pero sin duda es toda una alegría para la vista. En España y en otros países hispanohablantes se estrenó bajo el título Viejas leyendas checas.
Aquí el enlace a la proyección que se llevó a cabo en el Cine Doré en 2012:
https://wwws.mcu.es/cultura20/web/guest/agenda/cultural/mcu/listado/detalle?p_p_id=MCU_AGENDA_5&p_p_lifecycle=0&p_r_p_564233524_event=225645
Aquí el precioso poster mexicano:
https://pictures.abebooks.com/inventory/22632939923.jpg
Muchas gracias por la información y por el descubrimiento del cartel, sí que es bonito.
Coincidimos con esta película, no me entusiasma su narración, pero estéticamente es una maravilla.