1955: La dama y el vagabundo (Lady and the Tramp)

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La dama y el vagabundo (Lady and the Tramp)amazon Disney+

Clyde Geronimi, Wilfred Jackson y Hamilton Luske.
LA DAMA Y EL VAGABUNDO (LADY AND THE TRAMP).
8/10

Categoría: Película.
Producción: Walt Disney.
Guion: Erdman Penner, Joe Rinaldi, Ralph Wright y Don DaGradi.
Año: 1955.
País: Estados Unidos.
Género: Aventura, Comedia, Musical.
Técnica: 2D.
Estudio: Walt Disney Studios.
Idioma: Inglés.
Característica: Perros.
Duración: 1h 16min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Streaming: Disney+.

La dama y el vagabundo es el cuarto film consecutivo que dirigió el trío de directores formado por Clyde Geronimi, Wilfred Jackson y Hamilton Luske, tras La cenicienta (1950), Alicia en el país de las maravillas (1951) y Peter Pan (1953). Siendo así, no es ninguna sorpresa que la narración sea tan encantadora -en el sentido mágico del término- como de costumbre. Trabajaban bien juntos y se nota que tenían mucha experiencia dirigiendo y coordinando al equipo de animadores. El caso es que esos cuatro largometrajes son ahora considerados clásicos esenciales de la animación tradicional y de lo mejor de Disney.

También es el tercer film del estudio protagonizado por animales, una seña de identidad que por entonces no era tan habitual. De hecho, se salía del modelo de cuento de hadas con princesas que le había deparado a la compañía de Walt Disney sus mayores éxitos. Los únicos precedentes, en una filmografía que alcanzaba ya los 15 largometrajes animados, eran Dumbo (1941) y Bambi (1942).

Este último es el más claro precedente de La dama y el vagabundo, pues los seres humanos tienen un rol secundario y el tono es también realista. Eso sí, este proyecto estaba ya en marcha antes del estreno de Bambi: se pueden ver los primeros diseños de los perros en El dragón chiflado (1941), el tour de ficción por las recién inauguradas instalaciones de Disney en Burbank.

En cualquier caso, la apuesta dio buenos resultados, pues se convirtió en la cinta más exitosa del estudio desde Blancanieves y los siete enanitos (1937). Walt Disney tomó buena nota, así que a partir de ese momento las historias con animales fueron mucho más habituales: fue un buen preludio de una de las más logradas producciones, 101 dálmatas (1961), y yo diría que aquí están los pilares que explican el fenómeno de El rey león (1994).

La dama y el vagabundo resulta sobre todo atractiva por su apartado visual y su animación. No están aquí los ejemplos más virtuosos del estudio, pero el nivel del conjunto es altísimo y figuran escenas excelentes, como la persecución de la camioneta de la perrera y, por supuesto, la secuencia de la cita de la pareja protagonista, que culmina con la popular cena de los espaguetis. Quien iba a decirnos que una de las escenas más románticas del cine de la segunda mitad del siglo XX tendría como protagonistas a una cocker spaniel y a un chucho en la puerta trasera de un restaurante italiano.

Por cierto, aunque el diseño y animación de personajes son tan inspirados como de costumbre, es muy posible que el mayor asombro lo provoquen los realistas fondos de la ciudad, incluyendo preciosas panorámicas nocturnas de la urbe que sacan partido del por entonces novedoso formato CinemaScope.

La historia, en cambio, es más limitada. No me dirijo ahora a los amantes de los perros, porque para ellos será más que satisfactoria y hay suficientes dosis de cachorros adorables como para que se les caiga la baba. Me dirijo al resto de los mortales, a quienes no nos basta que salgan perritos entrañables para mantenernos entretenidos. La historia de Lady / Reina es interesante hasta el final, se ve con agrado, pero no tengo la sensación de que haya nunca mucho en juego. Desde luego que el de la perrera es un temor considerable, o que el cambio de trato de sus dueños es entristecedor, pero no hay nada aquí que pueda siquiera compararse al drama de los cazadores en Bambi, por ejemplo. Ni la tía es un villano temible, ni los gatos siameses van más allá de la travesura, aunque reconozco que los directores y animadores hicieron un muy buen trabajo al dotar de cierta espectacularidad a la visita de la rata.

Sin embargo, el trabajo de los actores es estupendo. Larry Roberts es un muy buen perro vagabundo, Barbara Luddy dota de admirable profundidad a Princesa y Peggy Lee está magnífica en su doble rol de intérprete y compositora de canciones.

Nota: décadas después, Disney comercializó en formato doméstico una floja segunda parte, La dama y el vagabundo 2: Las aventuras de Golfillo (2001).

Reseña Panorama
Puntuación
8
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