1969: Las mil y una noches (Sen’ya ichiya monogatari)

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Las mil y una noches (Sen'ya ichiya monogatari)

Eiichi Yamamoto.
LAS MIL Y UNA NOCHES (SEN’YA ICHIYA MONOGATARI).
8,5/10

Categoría: Película.
Guion: Kazuo Fukazawa, Hiroyuki Kumai, Osamu Tezuka.
Año: 1969.
País: Japón.
Género: Fantasía, Comedia, Aventura.
Técnica: Mixta, 2D, Anime.
Estudio: Mushi Production.
Idioma: Japonés.
Característica: Sexo, Violencia, Experimental, Aventurado.
Duración: 2h 8min.
Clasificación por edades: NR-18.

Las mil y una noches es la primera película de la trilogía Animerama, concebida y producida por Osamu Tezuka, el padre del manga, para ampliar su público, hasta entonces esencialmente conformado de niños y adolescentes. Se trataba de atraer también a espectadores adultos y, para lograrlo, nada mejor que ofrecer una versión animada del Pinku eiga, el cine erótico japonés que empezaba a adquirir una notable popularidad. Tezuka se implicó tanto en el proyecto que, además de producir los films con su compañía Mushi Production, participó también en la escritura del guion.

Libremente basado en la recopilación medieval de cuentos que da título al largometraje, combina tres aspectos principales: erotismo, experimentación y sentido del humor. Por lo visto, el objetivo no era solo seducir al público japonés con la profusión de pechos desnudos y cuerpos femeninos esculturales, sino también conquistar a los mercados internacionales, de ahí el rock en la banda sonora o un personaje protagonista diseñado a imagen del actor francés Jean-Paul Belmondo. Lástima que el experimento funcionó a medias: en Japón tuvo cierto éxito, el resto del mundo no acogió del todo bien un film animado considerado casi pornográfico.

Eso nos lleva al que posiblemente sea el aspecto más importante de la cinta, que no sea apta para público infantil, de modo que inauguró una de las vertientes más destacadas de la animación japonesa y la que más claramente se identifica internacionalmente con el anime. Si en Occidente la animación para adultos siguió siendo una rara avis, en la industria nipona fue uno de sus pilares. Eso sí, no es el primer largometraje de animación inadecuado para la infancia: existe el precedente de la sueca Out of an Old Man’s Head (1968), dirigida por Tage Danielsson y Per Åhlin. Es verdad, en cambio, que se anticipó a los más conocidos experimentos de Ralph Bakshi a partir de El Gato Fritz (1972).

Sin embargo, más allá de su aspecto pionero como anime para adultos, el elemento esencial para apreciar la obra es su carácter experimental y la ambición de su apuesta estética. Según la web Tezuka Osamu, 60.000 personajes fueron contratadas y se realizaron 70.000 dibujos, unas cifras inusualmente altas para una producción japonesa de la época. De hecho, la primera me parece un tanto exagerada dado que incluso para Panda y la serpiente mágica (1958), el primer largometraje de Toei Animation, fueron 13.000 y ese ya fue un número mucho mayor del estándar de la industria.

En cualquier caso, se nota en el resultado la ambición de Osamu Tezuka y el afán experimentador de Eiichi Yamamoto: figuran aquí algunas de las escenas más sofisticadas, bellas y atípicas de las creadas entonces en una película animada japonesa. Solo en los primeros minutos tenemos uno de los ejemplos paradigmáticos: la escena sexual entre Aladdín y la esclava Miriam y su creativo empleo de elementos naturales. Por otra parte, son varios los pasajes que recurren a elementos no animados, como imágenes del mar o maquetas para ilustrar algunos decorados. Creo que esto último era una intención artística, no una forma de ahorrar dinero, puesto que varios de esos decorados aparecen luego dibujados.

La trilogía se completó con Cleopatra (1970) y el clásico esencial Belladonna of Sadness (1973), ambos dirigidos también por Eiichi Yamamoto.

Reseña Panorama
Puntuación
9
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