1995: Ghost in the Shell (Kôkaku Kidôtai)

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Ghost in the Shell (Kôkaku Kidôtai)amazon

Mamoru Oshii.
GHOST IN THE SHELL (KOKAKU KIDOTAI).
10/10 – EL OLIMPO

Categoría: Película.
Guion: Kazunori Itô.
Año: 1995.
País: Japón, Reino Unido.
Género: Acción, Crimen, Ciencia Ficción.
Técnica: 2D, Anime.
Estudio: Kôdansha, Bandai Visual Company, Manga Entertainment, Production I.G.; Oh Production, DR Movie, Imagica, Anime International Company, Studio Takuranke, Ashi Productions Company, Tezuka Productions (animación adicional).
Idioma: Japonés.
Característica: Futurista, Ciborgs, Distopía, Imaginativo, Aventurado, Violencia, Ciberpunk.
Duración: 1h 23min.
Clasificación por edades: NR-18.

Primera adaptación del manga homónimo de Masamune Shirow, es también la primera de una serie de películas y series, la mayoría de ellas animadas, basadas en el universo del manga. Sigue siendo considerada la mejor. Su importancia, sin embargo, no se limita a la saga: es un clásico del anime que, como Studio Ghibli, contribuyó enormemente a popularizar la animación japonesa a escala internacional -la adaptación de Hollywood del 2017 es una prueba evidente-.

El film dirigido por Mamoru Oshii a partir del guion de Kazunori Itô ofrece una insólita mirada a un futuro un tanto distópico. El primero de sus muchos aciertos es que se parezca poco a la ciencia ficción existente hasta entonces. La idea de los recuerdos artificiales tiene conexiones con Blade Runner (1982), pero ahí acaban los parecidos. Los humanos modificados para fortalecerlos y mejorarlos es un concepto explorado en Akira (1988), pero, de nuevo, ahí acaban las similitudes.

Se aprecian algunas influencias más, pero Ghost in the Shell logra trasladarnos a un universo fascinante repleto de códigos propios y con una sorprendente y avanzada tecnología (qué gran idea el tanque-araña). Es una imaginativa mirada al futuro que emplea de modo muy creativo una mezcla de animación tradicional y por ordenador. Su estética es de animación creada a mano en la mayor parte de los momentos, pero hallazgos como el camuflaje termo-óptico recurre con éxito a la animación digital -justo el año en el que Pixar estrenó Toy Story, por cierto-.

Si desde un punto de vista estético es un espectáculo y la animación es excelente, Ghost in the Shell cuenta con dos bazas más. Una es su inteligente combinación de vertiginosos pasajes de acción con escenas de tempo lento que se toman todo el tiempo necesario en presentarnos las reflexiones de varios de los personajes o en explicar algunas de las particularidades de ese mundo futurista.

La segunda son justamente esas reflexiones, el sustrato filosófico que encierra la trama y que, imagino, será mejor apreciado por expertos en ciencia ficción y por filósofos especializados en ética, pues son muchas las cuestiones morales que plantea. La penúltima escena, por ejemplo, es una maravilla enteramente dialogada sin apenas acción. Por eso, y no solo por su componente visual, este film es un clásico que está pasando muy bien la prueba del tiempo.

Nota: el film tuvo continuación en la también excelente Ghost in the Shell 2: Innocence (2004), dirigida también por Mamoru Oshii.

Reseña Panorama
Puntuación
10
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