Brad Bird. Categoría: Película. |
En la primera década del siglo XXI, Pixar estaba imparable. Enlazaba un éxito artístico y comercial tras otro. Además, por entonces aún se centraba en los proyectos originales, de modo que tras los estupendos Monstruos, S.A. (2001) y Buscando a Nemo (2003) ofreció esta maravilla, el sexto largometraje de su filmografía.
Brad Bird llevó Los Increíbles al estudio dirigido por John Lasseter tras el fracaso en taquilla de su debut como director, El gigante de hierro (1999). Por suerte, Pixar no se fijó en sus resultados comerciales, sino en que se trataba de una obra maestra y que al frente estaba un gran cineasta. Son esas cualidades las que Bird trasladó a la compañía de Emeryville. Eso y buena parte del equipo con el que había trabajado en la Warner. Todos, el director incluido, tuvieron que emprender la transición del 2D al 3D, pero a tenor de lo visto se adaptaron muy bien.
La película es sobresaliente en muchos aspectos. Uno de los más notables es el desafío técnico que supuso para Pixar, que hasta entonces nunca había situado a humanos como protagonistas. Cierto que el aspecto caricaturesco de muchos de ellos es poco realista -los diseños de Mr. Incredible o Edna ‘E’ Mode son claramente deudores del ‘cartoon’ clásico-, pero los animadores solventaron el reto con un excelente resultado. A eso se suma la ambición visual necesaria para ilustrar debidamente el complejo argumento, con muchos más decorados de lo habitual y multitud de efectos en las escenas de acción.
Estas escenas de acción, por cierto, constituyen otro de los mayores atractivos. Son todas espectaculares y rivalizan con las superproducciones contemporáneas de Hollywood. Además, es un acierto del guion que, en las que involucran a la familia al completo, todos los miembros sean importantes y muchas veces simultáneamente. En ocasiones es tanto lo que está ocurriendo en pantalla y tan frenético el ritmo de la acción que cuesta apreciar todo en un solo visionado. En fin, desde un punto de vista de la animación, es un prodigio técnico.
Pero es que además tenemos al Brad Bird cineasta que escribió un inteligente guion muy bien ambientado en el Estados Unidos de los 50-60 y que lo dirigió con acierto. La introducción, con imitación del granillo de las emisiones televisivas de la época, es estupenda, y la secuencia inicial, que presenta a los dos personajes protagonistas, se podría estudiar en escuelas de cine. Este es en esencia un producto hollywoodiense de entretenimiento, solo que muy bien narrado.
Luego, hay muchos detalles bienvenidos o inspiradísimo. Enumero algunos de los que más me han llamado la atención. 1) La sutil manera de sugerir la revitalizada vida sexual del matrimonio de un modo que hará reír a los adultos pero los niños no entenderán. 2) Que subvierta la estructura tradicional del cine de acción: es la mujer la que acude a salvar al hombre. 3) Las convincentes invenciones tecnológicas, sobre todo el robot arácnido o el eficaz sistema de defensa con esferas que se van hinchando en contacto con el cuerpo del intruso. 4) El divertido villano con aspecto de mimo: lástima que no tenga más minutos. 5) Que los superhéroes sean originales -no están adaptados de ningún cómic- pero al mismo tiempo resulten tan familiares, como si los conociésemos de siempre. 6) Lo divertido que está Brad Bird como Edna.
Puede que DreamWorks Animation ganara la batalla de la taquilla en el 2004 gracias a Shrek 2, pero Pixar ganó la del interés artístico y, de paso, una estatuilla más en los Oscar.
Nota: en el 2018 estrenó Pixar la segunda parte, Los increíbles 2.