Chris Wedge. Categoría: Película. |
A menudo critico a los grandes estudios de animación de Hollywood por repetir una y otra vez las mismas fórmulas, que esencialmente son las heredadas de la todopoderosa Disney. Blue Sky Studios, por ejemplo, llevaba ya cuatro entregas de la saga Ice Age, que no contribuyeron precisamente a la diversidad de temas tratados por animación comercial. Claro que cuando se atrevió con una propuesta ligeramente diferente de lo habitual obtuvo uno de sus peores resultados en taquilla: ¿así cómo no va a seguir produciendo películas sobre animales prehistóricos en vez de arriesgar, aunque sea mínimamente?
Epic: El mundo secreto no es ninguna maravilla ni tampoco un dechado de originalidad, pero al menos se aprecia el intento de no recurrir a planteamientos especialmente trillados. Quizá por eso no fue acogida con entusiasmo en la taquilla. A Blue Sky Studios le ocurrió como a DreamWorks Animation con El origen de los guardianes (2012): su apuesta por desviarse levemente de las fórmulas más familiares no fue recompensada. [Dicho esto, ¿no os parece que los carteles de estas dos películas son muy parecidos?]. Se ve que solo Pixar podía proponer historias singulares y tener éxito regularmente.
El caso es que esta película también incluye muchos elementos ya conocidos. Recuerda, por ejemplo, a la novela de Mary Norton ‘The Borrowers’, la adaptada por Studio Ghibli en Arrietty y el mundo de los diminutos (2010). También se puede considerar una variación de otro film de Blue Sky Studios, Horton (2008), aunque en este último caso creo que es más una coincidencia que algo deliberado. En fin, aquí casi todos los elementos son previsibles y los personajes beben de arquetipos comunes, incluyendo los secundarios con propósito cómico.
Lo que eleva Epic: El mundo secreto por encima de la media de la animación comercial en 3D no es la originalidad de la historia, sino su atractiva estética y puntuales aciertos de guion. El mundo de los seres diminutos que protegen la naturaleza es una preciosidad y solo por las escenas que muestran esa civilización ya merece la pena verla. Además, si los protagonistas son un pelín estereotipados, varios de los secundarios sí tienen gracia, como la pareja de babosa y caracol o el perro medio ciego con tres patas, que protagoniza una de las escenas más divertidas de un perro animado desde el perro guardián de Bill Plympton -la saga que comienza con Guard Dog (2004)-.