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Bill Burr. Categoría: Serie. |
F is For Family llegó a la cuarta temporada consolidada como una de las más interesantes propuestas de animación para adultos, pues había ido mejorando a lo largo de las tres primeras. Era menos popular que Bojack Horseman, Big Mouth, Love, Death & Robots, (Des)encanto y Castlevania, compañeras de plataforma en Netflix, pero había creado un interesante universo ficticio con atractivos personajes y, por lo visto, suficientes seguidores como para que el servicio de streaming la fuese renovando.
Nos alegra que así sea, porque esta cuarta temporada es tan recomendable como la precedente. Cierto que repite el mismo esquema de introducir un nuevo personaje que repercute considerablemente en las tramas, pero si en la anterior la repentina entrada en acción del veterano de guerra Chet Stevenson resultaba un pelín forzada, aquí tiene más sentido que el padre de Frank Murphy se instale con la familia.
El gancho de esta cuarta temporada, además del embarazo de Sue, es justamente la llegada del padre, William Murphy, al que pone voz Jonathan Banks, uno de los más queridos actores del panorama televisivo por interpretar al mismo personaje en dos series clave: Breaking Bad y Better Call Saul. Bastará decir que aquí está tan bien como de costumbre, aunque no ver su peculiar rostro resta algo de poderío a su voz.
Imagino que la mayoría de espectadores verán la serie por su humor, nosotros incluidos. Sin embargo, de nuevo lo más atractivo es su sátira de la sociedad estadounidense de los años 70. No cae en el error de retratar la década con los parámetros contemporáneos, y justamente por eso resultan tan eficaces sus comentarios sobre el racismo -hay un capítulo entero dedicado a la cuestión, protagonizado por Rosie, que no podía ser más actual-, el machismo, la violencia o la educación. Aunque sea desde un prisma cómico, o justamente por eso, es muy revelador como muestra los efectos de la mala educación y hasta qué punto puede perpetuarse de padres a hijos.
¡Ah!, y quizá os guste tanto como a nosotros saber que Goomer, uno de los vecinos más extravagantes de la televisión, tiene más de una escena para seguir brillando.
