1989: Nicky, la aprendiz de bruja (Majo no takkyûbin)

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Nicky, la aprendiz de bruja (Majo no takkyûbin)amazonNetflix

Hayao Miyazaki.
NICKY, LA APRENDIZ DE BRUJA (MAJO NO TAKKYÛBIN).
7,5/10

Categoría: Película.
Guion: Hayao Miyazaki.
Año: 1989.
País: Japón.
Género: Aventura, Fantasía.
Técnica: 2D, Anime.
Estudio: Studio Ghibli; Kyoto Animation, Oh Production, Nakamura Production, Anime Torotoro, Studio Cockpit, Studio Fuga, Takahashi Production, Studio Hibari (colaboración).
Idioma: Japonés.
Tema: Preciosista, Heroínas, Infancia, Delicado, Brujería.
Duración: 1h 43min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Streaming: Netflix.

Tras la obra maestra Mi vecino Totoro (1988), posiblemente la película por la que Hayao Miyazaki más recordado sea junto a El viaje de Chihiro (2001), el director japonés presentó un film menor y menos ambicioso desde un punto de vista artístico. Nicky, la aprendiz de bruja da la impresión de ser un pequeño respiro que se concedió -siempre que crear un largometraje con dibujos a mano pueda considerarse un respiro, claro está-. Es un divertimento, para él y para el público, que se queda no obstante lejos de sus mejores trabajos. Sintomático es que solo necesitase un año para completarlo: a partir de entonces no tardó ya menos de tres años en tener listo su siguiente largometraje.

Dicho esto, es una obra menor, sí, pero creada por Miyazaki, así que los diseños de personajes, la animación, los fondos, el pulso narrativo…, en todo se nota la mano de un maestro. Otra cosa es que esta vez la historia resulte menos atractiva que en otras ocasiones o que se eche de menos alguno de esos seres memorables que pueblan su filmografía. Por lo demás, la niña es una monada, el gato es adorable y son muchos los personajes encantadores, especialmente esas dos ancianas aficionadas a cocinar tartas.

Por otra parte, se aprecian algunas constantes del cine de Hayao Miyazaki, como una protagonista femenina de notable valor y poseedora de muchas cualidades, el viaje de ese mismo personaje en pos de su crecimiento, la ausencia de claros antagonistas y, finalmente, su interés por la aviación: presente en El castillo en el cielo (1986), aquí con un dirigible y esencial en la trama de El viento se levanta (2013).

Finalmente, el autor trata a la bruja protagonista con la delicadeza y riqueza de matices que le caracteriza. Además, no olvida que la niña de trece años además de una bruja es…, pues eso, una niña de trece años, así que a pesar de ser extraordinariamente madura e independiente para su edad, en ocasiones tiene comportamientos adolescentes. Esa imperfección o vulnerabilidad de sus heroínas es otro de los aciertos y rasgos distintivos de su filmografía.

No es esta la película que le pondrías a un amigo al que quieras descubrir el cine de Miyazaki, y tampoco es la más recomendable si no hay visto ninguna, pero de todos modos es una delicia que entusiasmará a espectadores de todas las edades.

Reseña Panorama
Puntuación
8
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