TENDER TOUCHES.
8,5/10
David Bonawits, Lauren Payne y Maxime Simonet crearon Tender Touches como una parodia de las telenovelas melodramáticas con inesperados giros de guion, tramas cada vez más enrevesadas, actores sobreactuados y triángulos amorosos. Su serie tiene todos esos elementos, solo que ellos lo hacen adrede y sus argumentos son increíbles deliberadamente. Sin embargo, es la clase de parodia que no depende de un referente claro y que crea un universo personal. Además, tengo la sensación de que pronto dejaron de fijarse en esa premisa y se dedicaron a hacer lo que quisieran, por eso ha ido siendo cada vez mejor.
Tender Touches es la clase de serie experimental, alternativa y disparatada que Adult Swim, a pesar del éxito de Rick y Morty, no ha dejado de emitir, por suerte para nosotros. También es de las más peculiares de su catálogo. Por ejemplo, una de las actrices principales suena como si dijera sus réplicas por teléfono; habitualmente rompe la cuarta pared -o hasta la quinta, como dice uno de los personajes-, de modo que oímos a los actores comentar aspectos de la trama o decir que parte de la gracia reside justamente en eso, en que todo lo que se dice acaba en el episodio; durante las dos primeras temporadas, de cada capítulo hubo una segunda versión musical. Finalmente, se nota que hay mucha improvisación, pero esos pasajes suelen ser de los mejores y los que mejor permiten apreciar la vis cómica de los intérpretes.
La pega es que la animación es mínima y el apartado visual no es muy atractivo. Es comprensible dado que se trata de un producto de bajísimo presupuesto -de lo contrario, ni siquiera Adult Swim hubiera dado luz verde a una propuesta tan minoritaria- y estoy convencido de que ese aspecto cutre es también deliberado. Sin embargo, da la razón a quienes consideran que, demasiado a menudo, la animación para adultos no cuida la estética tanto como debería.
