BOGDAN BONER: UN EXORCISTA DE PENA (BOGDAN BONER: EGZORCYSTA).
5/10
Quizá fue el éxito de la serie italiana Cortar por la línea de puntos (2021) el que animó a Netflix a poner a disposición de sus suscriptores de todo el mundo una serie que, hasta el 20 de julio del 2022, solo estaba disponible en Polonia. Si eso permite que veamos más animación europea, que no abunda precisamente en la plataforma de streaming, bienvenida sea la iniciativa. Dicho esto, Bogdan Boner: Un exorcista de pena es bastante menos interesante, desde un punto de vista artístico, que la serie ideada por Zerocalcare.
La que nos ocupa, creada por Bartosz Walaszek como segunda versión de Egzorcysta -emitida por la plataforma de internet Showmax del 2017 al 2019-, se estrenó en Netflix, pero solo en Polonia, el 3 de diciembre del 2020. Una segunda temporada llegó el 13 de octubre del 2021. El protagonista es un trabajador chapucero, sin escrúpulos y alcohólico que se dedica a realizar reformas y a matar demonios, que visitan regularmente el mundo de los humanos para perpetrar fechorías varias.
El humor, más allá de alguna leve sátira de la sociedad contemporánea polaca, es invariablemente primario. Prácticamente todo son chistes sobre alcohol -raro es el personaje que no esté obsesionado por el vodka-, referencias sexuales y juegos de palabras tan sofisticados como “Belceculo” para referirse a Belcebú. Lo que la redime, aunque no del todo, es ocurrencias como que el Papa sea un héroe de acción hiper musculado.
La estética es deliberadamente cruda y la animación muy rudimentaria -los personajes se mueven dando saltitos, al estilo de South Park-, aunque esto último no tengo claro que sea adrede y puede deberse a las limitaciones presupuestarias.