DRAGON AGE: ABSOLUCIÓN (DRAGON AGE: ABSOLUTION).
6/10
Hay series que Netflix encarga para poder estrenar novedades regularmente, no porque ofrezcan algo nuevo a su catálogo o una perspectiva nueva a los géneros abordados. Dragon Age: Absolución pertenece a esa categoría de obras cuya mera existencia es discutible. ¿Qué aporta una propuesta como esta a una plataforma que ya cuenta con Castlevania (2017), Sangre de Zeus (2020) o Dota: Sangre de dragón (2021)? Nombro esas tres series a título de ejemplo, pero hay más solo en el servicio de streaming. En cualquier caso, la respuesta es poco, si uno es benévolo; nada, si se pone mínimamente exigente.
La serie que nos ocupa sigue uno de los modelos más favorecidos por Netflix en el ámbito de la animación para adultos: adaptar videojuegos de éxito con una estética calcada del anime comercial. La esperanza es atraer a los seguidores del videojuego en cuestión y a los entusiastas de la animación japonesa. Nada de eso es malo per se. El problema es que, desde un punto de vista narrativo, la adaptación se empeña en transitar exclusivamente tópicos y clichés -no hay aquí ni una sola situación o personaje novedoso-, y en lo que a la estética respecta está a años luz de las más imaginativas creaciones de anime.
Cierto que no todas las series tienen por qué ser innovadoras o arriesgadas. La cuestión es que Dragon Age: Absolución trata deliberadamente de conseguir lo contrario: ser lo más parecida posible a lo que ya existe, a lo que ya ha tenido éxito, hasta el punto de que parece olvidarse de sí misma y de contar una historia interesante.
Es posible que quienes hayan jugado a los videojuegos de la franquicia de BioWare sí encuentren aquí motivos de alegría y entretenimiento. Hasta puede que guste, puesto que ese es el propósito, a quienes han crecido exclusivamente a base de una dieta de anime comercial. Quienes no pertenezcan a ninguna de esas dos categorías o busquen propuestas de cierta sofisticación es muy posible que se sientan decepcionados desde el primer capítulo. Y no, no mejora en adelante.
