THE SHIVERING TRUTH.
9,5/10
Vernon Chatman, el creador de The Shivering Truth, era ya un apreciado artista en el ámbito de la animación por haber creado dos minoritarias pero muy recomendables series, Wonder Showzen (2005) y Xavier: Renegade Angel (2007), y por ser la voz, entre otros, de Towelie, la toalla parlante adicta a la marihuana, uno de los más queridos personajes de South Park (1997), serie de la que ha ejercido de guionista, por cierto.
Pues bien, se superó a sí mismo cuando presentó la producción que nos ocupa, una serie antológica que logra extraer humor negro de un contexto de pesadilla que parece surgido del lado más retorcido y oscuro de una mente enfermiza. Por supuesto, de donde surge es de la brillante e imaginativa mente de Chatman, autor también de los guiones, que demuestra aquí poseer un universo creativo fascinante y personal.
Muchos de los episodios parten de una premisa u ocurrencia simple y, a través de un mecanismo no muy distinto al desarrollado por los guionistas de Rick y Morty, va ampliándola con posibles ramificaciones, cada cual más absurda o disparatada que la anterior, hasta llegar a un punto cada vez más surrealista o escalofriante. Eso sí, aunque lo consigue a menudo, nunca da la sensación de buscar la risa del espectador y en ocasiones se instala en un contexto de terror que recuerda a las atmósferas de David Lynch o David Cronenberg.
El otro gran atractivo de The Shivering Truth es su cuidada estética y su excelente animación con stop motion. Los muñecos son tan inquietantes como los usados para Anomalisa (2015), la película de stop motion codirigida por Charlie Kaufman, con cuyo peculiar universo también conecta esta serie en más de una ocasión.