ANGRY KID.
8/10
Angry Kid fue una de las primeras incursiones de Aardman en la animación para adultos. Por supuesto, sus más inspirados trabajos son de todos modos disfrutados por espectadores de todas las edades -¿quién no ha sido seducido por cortos como Creature Comforts (1989) o A Close Shave (1995)?-. Sin embargo, esta vez propusieron una serie no apta para la infancia.
El protagonista es un adolescente con mal carácter y pelo de payaso que disfruta irritando a los demás -especialmente a su poco paciente padre-, al que le encanta provocar y decir palabrotas, que trata mal a su hermana pequeña y con dificultad para controlar sus fluidos. En fin, un niño recién entrado en esa difícil etapa denominada pubertad.
Durante las dos primeras temporadas, las realizadas por Aardman, los episodios combinan imagen real con un tipo de stop motion poco común, la pixilación. En lugar de usar su habitual plastimación, recurrían a actores para interpretar a los personajes protagonistas. Los actores eran entonces filmados fotograma a fotograma mientras llevaban una máscara, que era cambiada una y otra vez para conseguir las expresiones faciales. El resultado da la sensación de que se trata de stop motion a partir de un muñeco, solo que ese muñeco es un actor de carne y hueso.
A partir de la tercera temporada, cuando Mr Morris Productions se encargó de producir los nuevos capítulos, mantuvieron la combinación de imagen real y animación, solo que las expresiones faciales fueron realizadas con animación por ordenador. Ahora bien, es un tipo de 3D que imita la estética del stop motion -de hecho, si uno no se fija bien, parece plastimación-, así que el aspecto no difiere mucho del de las dos primeras temporadas, salvo porque los decorados están, en general, algo más elaborados.