ERES UNA CACA.
9/10
La de Eres una caca es una idea tan buena y tan bienvenida que, como suele ocurrir en estos casos, uno se pregunta cómo es posible que nadie la tuviese antes. Lula Gómez es la creadora de estos breves episodios que denuncian el machismo en todas sus formas, apariencias y grados. Desde los aparentemente más inofensivos –“a las mujeres les gusta estar en la cocina y poner la mesa”- hasta los más terribles y delictivos –“¿está dormida o se ha desmayado? Dejadme a mí que ya han pasado los 15 minutos”-, incluyendo las múltiples estupideces que las mujeres han tenido que oír una y otra vez –“ni machismo ni feminismo”-.
El concepto es particularmente atractivo porque Lula Gómez retrata a esos hombres machistas como cacas, literalmente. Cada capítulo está protagonizado por un excremento con aspecto de hombre, muy bien animado mediante stop motion, que pronuncia uno de esos dañinos discursos machistas. El desenlace es siempre el mismo: un pie pisa la mierda mientras se oye y se ve el nombre de la serie: “eres una caca”. Así que al menos obtenemos ese placer final de ver sus ideas aplastadas.
Eres una caca es una serie muy divertida, en ocasiones hasta provoca carcajadas al subrayar el ridículo de esas actitudes machistas mientras vemos a personas con forma de zurullo y voz aguda. Sin embargo, también es una eficaz y demoledora denuncia de la violencia contra la mujer, de los muchos enemigos de la igualdad, de los comportamientos y frases que acertadamente se denominan micromachismos, de la limitación de las libertades de la mujer, de los activistas anti-aborto, de quienes recurren a prostitutas o, en el peor de los casos, de quienes defienden o justifican la violación. En definitiva, es una prueba del poder del humor para ridiculizar la peor cara de la sociedad.
