TRAILER PARK BOYS: THE ANIMATED SERIES.
3,5/10
No he visto completa la serie en la que está basada Trailer Park Boys: The Animated Series, de modo que apenas si puedo establecer comparaciones. No obstante, sí creo haber visto suficientes episodios como para advertir que esta versión animada es bastante menos interesante que su predecesora.
Buena parte del encanto de la serie de imagen real es la estética que, deliberadamente, explota su bajo presupuesto. Lo cutre que es todo, la pobreza del lugar en el que viven, potencia su comicidad y el patetismo de situaciones y personajes. No ocurre lo mismo con los alter egos animados, cuyo simple y poco imaginativo diseño da a la propuesta animada un aspecto estándar que le priva de toda personalidad.
Sí, permanecen las voces del trío protagonista, pero si la estética no se distingue de la mayoría de sitcoms animadas para adultos contemporáneas la mayor parte de gags pierden su eficacia. Porque, admitámoslo, el humor no ha sido nunca muy sofisticado, así que si pierde el atractivo visual, el de ver a los actores de carne y hueso en tan insalubre entorno, lo que queda no es particularmente seductor.
Tampoco ayuda que los guiones no sean de los más inspirados de la historia de la serie y que el recurso al falso documental sea terriblemente perezoso y poco creativo. Además, el desprecio total por un mínimo de verosimilitud dificulta que nos impliquemos mucho en las disparatadas tramas. Todo el primer episodio, por ejemplo, está basado en su descubrimiento de que son personajes animados: en adelante, salvo una breve mención al inicio del segundo capítulo, no se vuelve a hablar de la cuestión.
El el 22 de mayo del 2020 se estrenó la segunda temporada, que mejora un pelín a su predecesora, pero sigue limitada por los mismos problemas.
