2006: Monster House

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Monster HouseamazonNetflix

Gil Kenan.
MONSTER HOUSE.
8/10

Categoría: Película.
Guion: Dan Harmon, Rob Schrab, Pamela Pettler.
Año: 2006.
País: Estados Unidos.
Género: Ciencia Ficción, Comedia, Aventura.
Técnica: Captura De Movimiento.
Estudio: ImageMovers Digital, Sony Pictures Animation, Sony Pictures Imageworks.
Idioma: Inglés.
Característica: Inquietante, Amistad.
Duración: 1h 31min.
Clasificación por edades: NR-7.
Streaming: Netflix.

Segunda incursión de Robert Zemeckis en la captura de movimiento, tras Polar Express (2004) y antes de Beowulf (2007), que sí dirigió. En esta se limitó a la labor de productor, junto a Steven Spielberg, que volvía así a la animación con su productora Amblin Entertainment tras Balto: La leyenda del perro esquimal (1995), cuyo fiasco en la taquilla le decidió a poner fin a Amblimation. Estaba claro que ambos directores no tiraban la toalla con la animación. Spielberg la retomaba tras desvincularse de DreamWorks Animation; Zemeckis probaba suerte de nuevo con la captura de movimiento a pesar de la tibia acogida de Polar Express, criticada justamente por el aspecto de los personajes debido al empleo de esa técnica.

Monster House fue una empresa bastante más conseguida desde un punto de vista artístico a pesar de que tampoco causó sensación en la taquilla. Por lo pronto, quizá para evitar el efecto de ‘valle inquietante’, el diseño de personajes opta por una estética que abandona el realismo en pos de una caricatura suave cercana al ‘cartoon’. Es una buena decisión. Otra cosa es que la propuesta, en lo que respecta a los personajes, haya envejecido peor que películas contemporáneas de animación 3D: por descontado que palidece frente al Ratatouille de Pixar, pero es que también le ha sentado peor el tiempo que a Shrek tercero y Bee Movie -ambas de DreamWorks Animation- o Descubriendo a los Robinsons -de Disney-, y eso que estas dos últimas tampoco son un regalo para la vista.

A pesar de sus limitaciones visuales, Monster House es interesante por dos aspectos principales. El primero es que se adentre con éxito en un ámbito tristemente poco explorado: el terror apto para público infantil. Parece recordar el cine de los 80 del Spielberg productor, no por casualidad, con Gremlins (1984) como ejemplo paradigmático. Por supuesto, está mezclado con aventuras, acción, algún toque de comedia…, pero que el terror sea uno de los géneros principales ya es una bienvenida variación, especialmente en el ámbito de la denominada ‘animación familiar’.

El otro es lo conseguido que está el diseño de la casa monstruosa, lo expresiva que es su animación y los muchos recursos que imaginan para personificarla. Cada vez que la residencia entra en acción, el filme crece y nos depara buena parte de los mejores pasajes animados. Estos últimos, de hecho, sí están pasando bien la prueba del tempo.

Para disfrutar el desenlace es preciso hacer una gran suspensión de la incredulidad y cae en el tópico de la escena de acción como clímax, pero uno perdona gustosamente ambas cuestiones cuando lo anterior ha sido generalmente estimulante.

Nominada en los Oscar como Mejor largometraje de animación en el 2006, la edición en la que ganó Happy Feet: Rompiendo el hielo.

Reseña Panorama
Puntación
8
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