2018: Los Increíbles 2 (Incredibles 2)

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Los Increíbles 2 (Incredibles 2)amazon Disney+

Brad Bird.
LOS INCREÍBLES 2 (INCREDIBLES 2).
9/10

Categoría: Película.
Guion: Brad Bird.
Año: 2018.
País: Estados Unidos.
Género: Acción, Aventura, Fantasía.
Técnica: 3D.
Estudio: Pixar.
Idioma: Inglés.
Característica: Superhéroes, Familia, Bebés, Adolescencia.
Duración: 1h 58min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Streaming: Disney+.

Retrocedamos al 2014, que es cuando Disney anunció el proyecto que nos ocupa. Por entonces, de las películas de Pixar que aún no habían tenido una segunda parte, lista en la que figuraban propiedades tan atractivas para iniciar sagas como WALL·E (2008), Up (2009) o Brave (2012), estaba prácticamente cantado que Los increíbles (2004) sería una de las elegidas. En parte porque el original era una de las más queridas del estudio y tuvo éxito, en parte porque dado el auge de los superhéroes -gracias al fenómeno del Marvel Cinematic Universe-, la casa del ratón no iba a dejar pasar la oportunidad de explotarlo comercialmente.

Y sí, preferimos el Pixar que emprende films originales uno tras otro, como en la primera década del siglo XXI, pero hay que reconocer que, de su filmografía, Los increíbles era de los que mejor se prestaban a continuar la historia. El caso es que cuando llegó a los cines estadounidenses logró el mejor estreno de un largometraje animado y se convirtió en el tercero del estudio en superar el billón de Dólares -tras Buscando a Dory (2016) y Toy Story 3 (2010)- y el segundo en recaudación de la historia del medio -tras Frozen: El reino del hielo (2013)-. Claramente, había ganas de volver a ver a la familia Parr.

Para los accionistas de Disney el resultado en taquilla debió de ser una alegría. Para nosotros, lo esencial es que desde un punto de vista artístico es una satisfactoria segunda parte, tanto como su predecesora. Brad Bird volvió a asumir el doble rol de guionista y director, así que disfrutamos de nuevo del excepcional narrador que creó El gigante de hierro (1999) y Ratatouille (2007).

Incluye multitud de escenas de acción, que son tan espectaculares y están tan bien planteadas como las del film original. También amplía la nómina de secundarios con un nutrido grupo de superhéroes. Es más, la trama se centra en el intento de un millonario de legalizar de nuevo a los superhéroes y buena parte del metraje está protagonizada por estos en sus ceñidos uniformes. Sin embargo, uno de los aspectos más interesantes es que sitúa esa vertiente heroica en el contexto de una comedia familiar. Una comedia de acción, desde luego, pero en la que las dinámicas entre los miembros de la familia son igualmente importantes.

De hecho, hay un bienvenido subtexto feminista al evidenciar las escasas aptitudes de Bob Parr / Mr. Incredible para encargarse en solitario de sus hijos. Es el mayor superhéroe, y sin embargo el reto que más le ha costado es asumir las tareas del hogar: lograr que su bebé se duerma, gestionar el primer enamoramiento de su hija adolescente y explicarle matemáticas a su hijo… Cierto que estamos en los años 60, pero, ¿sería tan distinto un planteamiento así en el siglo XXI?

Es ese enfoque, que se cuestiona continuamente las implicaciones de ser un superhéroe y muestra facetas de su vida que rara vez tienen cabida en los films del género, la que distingue la propuesta de Brad Bird del aluvión de cintas de Marvel o del DC Extended Universe que llegaban contemporáneamente a los cines.

Tengo la impresión de que la segunda hora no es tan fabulosa como la primera, quizá porque la identidad del villano es un tanto predecible y porque sus motivaciones no parecen justificar tal despliegue de medios. También ocurre que su desenlace -descuida, no desvelo nada- tiene un cierto parecido con el de Speed 2 (1997), así que resulta algo menos memorable que lo visto hasta entonces, pero son cuestiones poco importantes en este contexto tan deslumbrante.

Además, se nota el enorme progreso de la animación 3D en los catorce años transcurridos entre una y otra entrega, de modo que aquí la apariencia, la expresividad y el movimiento de los humanos está bastante más lograda. Da la sensación de que así es como Brad Bird quiso que fuera la primera pero la tecnología no lo permitía.

Dato curioso: en el televisor de la familia se ve un fragmento de Las aventuras de Jonny Quest, la serie de los 60 de Hanna-Barbera.

Reseña Panorama
Puntuación
9
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