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Matthew Senreich, Seth Green. Categoría: Serie. |
La undécima temporada de Robot Chicken se emitió, por primera vez en la historia de la serie, en dos partes. Los doce primeros episodios en la mitad del 2021, los ocho siguientes -hasta completar los 20 habituales-, a principios del 2022. Ignoro si fue una decisión de la cadena o una petición del estudio de animación, Stoopid Buddy Stoodios, para tener más tiempo. Lo seguro es que no se nota diferencia alguna entre las dos partes y la longeva serie de Adult Swim no ha cambiado nada con el paso del tiempo. De hecho, por su carácter recopilatorio -es una sucesión de breves gags- y su apuesta por el humor absurdo, es de las pocas series que no se resienten de la acumulación de temporadas.
La número 11 repite las limitaciones y atractivos de siempre. Combina humor primario con sofisticado; animación rudimentaria con efectos especiales cuando es preciso; y parodias de superproducciones de Hollywood junto con guiños a títulos independientes de culto. Es esa capacidad de alternar niveles de humor y referencias para todo tipo de públicos la que hace de Robot Chicken, a pesar de sus excesos, una serie tan bienvenida. Eso sí, para nosotros, que somos amantes de la animación, es también una alegría que buena parte de las series y películas parodiadas sean propuestas animadas.
Por otra parte, si la mayor parte de las escenas son solo entretenidas, no faltan los puntuales toques de ingenio. He aquí una lista de los que me han parecido especialmente brillantes en cada episodio (del 13 al 20):
13: la mofa del smooth-jazz y cómo ridiculiza que Los Picapiedra celebren la Navidad.
15: mordaz crítica a Scott Adams, el creador de Dilbert -y de la serie de animación homónima-, por sus discutibles comentarios recientes.
16: acertada parodia de las escenas de huelo de Snoopy, trasladadas aquí al contexto de la Segunda Guerra Mundial.
17: ingenioso guiño a La banda del patio y una parodia tremenda de la escena de la estampida de El rey león (1994).
18: el episodio está casi enteramente dedicado a Disney y el mejor gag es el que imagina qué ocurre con todos los padres muertos de su filmografía -y de la de Pixar-.
19: se ríe del sarcasmo de Daria, la protagonista de la serie de mismo nombre, y cómo eso le lleva a las más turbias situaciones.
El último episodio concluye con una de sus constantes rupturas de la cuarta pared en la que se despiden hasta dentro de unos meses “si no nos cancelan”. ¡Ah!, y que nadie se vaya antes del final de los créditos: hay un homenaje a Los hermanos Venture.
