1957: La reina de las nieves (Snezhnaya koroleva)

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La reina de las nieves (Snezhnaya koroleva)amazon

Lev Atamanov.
LA REINA DE LAS NIEVES (SNEZHNAYA KOROLEVA).
10/10 – EL OLIMPO

Categoría: Película.
Guion: Lev Atamanov, Georgiy Grebner y Nikolay Erdman.
Año: 1957.
País: Unión Soviética.
Género: Fantasía, Aventura.
Técnica: 2D, Rotoscopia.
Estudio: Soyuzmultfilm.
Idioma: Ruso.
Característica: Infancia, Heroínas.
Duración: 1h 7min.
Clasificación por edades: Todas las edades.

Los largometrajes de Soyuzmultfilm solían emplear como fuente a autores rusos. Lógico dado que estaban financiadas por el autoritario y nacionalista régimen soviético. La primera excepción fue El niño encantado (1955), dirigido por Vladimir Polkovnikov y Aleksandra Snezhko-Blotskaya, que adapta a la autora sueca Selma Lagerlöf. La segunda excepción es La reina de las nieves, que también se fijó en un autor escandinavo, pues es una versión de la historia homónima de Hans Christian Andersen.

Esta elección convertía al autor danés en el más adaptado en el ámbito del largometraje animado: con esta eran ya cuatro las ocasiones. Las tres anteriores fueron Fyrtøjet (1946), primera película de animación danesa, dirigida por Svend Methling; Cisaruv slavík (1949), dirigida por el maestro de la escuela de animación checa, Jirí Trnka, junto a Milos Makovec; y La bergère et le ramoneur (1952), versión inicial de la obra maestra que Paul Grimault concluyó en 1980 con el título de Le roi et l’oiseau.

Este film fue, en muchos aspectos, la culminación de una gran década para el estudio soviético, por entonces el único capaz de rivalizar regularmente, en términos artísticos, con Disney. Durante los años 50, estrenó al menos tres películas esenciales para la historia de la animación: La doncella de nieve (1952), dirigida por Ivan Ivanov-Vano y Aleksandra Snezhko-Blotskaya; Los doce meses (1956), de nuevo con Ivan Ivanov-Vano en el rol de director, pero esta vez a dúo con Mikhail Botov; y la que protagoniza esta reseña.

De la dirección se encargó esta vez Lev Atamanov, que había realizado esa misma labor en una obra menos conocida pero también muy interesante, La florecilla escarlata (1952). Como aquella cinta y prácticamente todas las que Soyuzmultfilm produjo durante la década, el énfasis está puesto en el realismo de la estética y en que los movimientos de los personajes fueran lo más naturales posibles, de modo que es un buen ejemplo del periodo de Realismo Socialista de la animación soviética. Visualmente, es otra maravilla surgida de un estudio en el que abundaban los artistas virtuosos, como Fyodor Khitruk o Alexander Vinokurov.

A ese realismo se llegó, una vez más, mediante un extenso uso de la rotoscopia, la técnica que la compañía denominada Éclair. La actriz Maria Babanova, por ejemplo, fue quien interpretó las escenas que se ‘rotoscopiaron’ para crear el más memorable personaje, la imponente reina de las nieves, en cuyas primeras apariciones causa una impresión similar al del robot de Metrópolis (1927), la influyente obra de ‎Fritz Lang‎.

El film, además, es de una extraordinaria riqueza estética, dado que ilustra multitud de mundos, ambientes ricos y pobres, geografías muy contrastadas y arquitecturas más o menos deslumbrantes que culminan con el ‘tour de force’ del palacio de la reina, un prodigio de diseño de fondos. Es casi una obra total, una muestra de la heterogeneidad del globo.

Una riqueza que también encontramos en la amplia galería de personajes que encuentra Gerda, la protagonista absoluta, en su ‘viaje de la heroína’. Ella es asimismo el más atractivo personaje y el que expresa la tesis del film: la bondad puede ser la más poderosa arma y logra incluso conmover al más frío de los corazones, que es naturalmente el de la reina de las nieves.

Tan bien quedó el film que sigue siendo, y con diferencia, el más popular de Soyuzmultfilm: se estrenó, en versión doblada, en los principales mercados. Hasta fue adquirido por Universal Pictures y estrenado en Estados Unidos en 1959, así que fue la primera vez que uno de los grandes estudios de Hollywood distribuía una producción soviética: estábamos en plena Guerra Fría, así que la tensión entre las dos potencias era considerable. Por cierto, Universal tuvo que negociar con Disney para poder usar el título ‘The Snow Queen’, ya que lo había registrado la compañía de Walt Disney. Ahora sabemos que no empleó como inspiración esta historia de Andersen hasta mucho después –Frozen: El reino del hielo llegó a los cines en el 2013-.

La película fue también importante porque Hayao Miyazaki la señaló como la razón principal de que no abandonase su trabajo como animador cuando se iniciaba en Toei Animation. Con la perspectiva que da conocer la filmografía del genio japonés, es fácil comprender por qué le gustó tanto: la protagonista podría ser una de sus valerosas heroínas forzadas a madurar por las circunstancias y la naturaleza tiene un rol protagonista. De hecho, cuando la Ghibli Museum Library editó el film en DVD en diciembre del 2007, Miyazaki aseguró haberse inspirado en Gerda para crear al personaje central de Ponyo en el acantilado (2008).

La reina de las nieves, seguida de Los doce meses, en el canal oficial de YouTube de Soyuzmultfilm:

Reseña Panorama
Puntuación
10
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