1977: Los rescatadores (The Rescuers)

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Los rescatadores (The Rescuers)amazon Disney+

John Lounsbery, Wolfgang Reitherman y Art Stevens.
LOS RESCATADORES (THE RESCUERS).
8/10

Categoría: Película.
Guion: Larry Clemmons, Ken Anderson, Frank Thomas, Vance Gerry, David Michener, Ted Berman, Fred Lucky, Burny Mattinson y Dick Sebast.
Año: 1977.
País: Estados Unidos.
Género: Aventura, Comedia, Musical.
Técnica: 2D.
Estudio: Walt Disney Studios.
Idioma: Inglés.
Característica: Animales, Heroínas, Héroes.
Duración: 1h 18min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Streaming: Disney+.

Aunque Walt Disney no dio la luz verde, Los rescatadores es considerado el último largometraje en el que intervino de algún modo el padre de la compañía puesto que el inicio de su desarrollo se remonta a 1962. Por entonces, tras el éxito de La dama y el vagabundo (1955) y 101 dálmatas (1961), es lógico que el estudio contemplase más proyectos protagonizados por animales, así que la serie de libros de Margery Sharp era una elección muy apropiada. Sin embargo, el contenido político de la primera versión del guion no agradó a Walt Disney, que decidió aparcarlo.

A principios de los 70, la compañía atravesaba un periodo de indefinición, época que ahora se considera de transición entre la era dorada -hasta El libro de la selva (1967)- y el inicio de su renacimiento -a partir de La sirenita (1989)-. Por entonces, la división de animación contemplaba la idea de alternar producciones de tipo A, encargadas a sus más veteranos animadores, con otras de tipo B, de menor presupuesto y ambición, que debían ser realizadas por sus más jóvenes miembros para asegurar así la continuidad del talento.

Finalmente, una vez concluida la producción de Robin Hood (1973), los veteranos se incorporaron al proyecto, de modo que Los rescatadores fue una mezcla de juventud y veteranía: basta fijarse en que, de los cuatro directores de animación, tres forman parte de los ‘nine old-men’ – Ollie Johnston, Milt Kahl y Frank Thomas-, mientras el cuarto es la por entonces promesa Don Bluth -en uno de sus últimos trabajos par Disney-.

El del film que nos ocupa es un caso curioso, pues a pesar de haber sido recibido con críticas generalmente positivas y haber obtenido un notable éxito, no es de los más conocidos del estudio. Una pena, porque supone una mejoría respecto al resto de estrenos del estudio en los 70.

Jordi Sánchez-Navarro, en su libro La imaginación tangible (2020), la incluye como una de las cincuenta películas esenciales de la historia de la animación -lista en la que, además de esta, solo figuran otras tres cintas de Disney-. Del film escribe: “con independencia de su relevancia histórica, Los rescatadores es una de las mejores películas de dibujos animados de la década. (…) Cuenta con un diseño de personajes soberbio y propone un universo narrativo extraordinario, con ese submundo ratonil en el edificio de Naciones Unidas, esas calles de Nueva York que albergan situaciones repletas de emociones o esa brillante localización en el bayou de Lousiana, con su inolvidable barco de vapor de ruedas embarrancado en el pantano. (…) Se apoya en un estilo de animación basado en un dibujo de trazo perfectamente perceptible gracias a un brillante uso de la entonces ya plenamente perfeccionada técnica de la xerografía, y en bellísimos fondos, obra de la legendaria artista Ann Guenther”.

Es tan certero el análisis de Sánchez-Navarro que no es preciso añadir mucho más, de modo que concluiré esta reseña con algunas impresiones. La primera es que, además de continuar con el protagonismo de los animales -hubo que esperar a Tarón y el caldero mágico (1985) para tener de nuevo a humanos como personajes centrales-, debió de influir en la moda de los ratoncitos, que durante los 80 protagonizaron las muy queridas Nimh El mundo secreto de la señora Brisby (1982) y Fievel y el Nuevo Mundo (1986) -ambas dirigidas por Don Bluth-, y otra producción del estudio, Basil, el ratón superdetective (1986).

La segunda es el (relativo) atrevimiento de Disney de situar la acción en un lugar predominantemente oscuro o, al menos, alejado de los habituales tonos vivos y luminosos. El pantano representa uno de los más inspirados usos de una localización en su filmografía. Relacionado con esto es que tampoco suenen las características canciones alegres, que dan paso a composiciones de corte melodramático. Quizá el apartado musical sea de los menos convincentes, pero esas canciones casan bien con el tono del film.

La tercera y última es el acierto con la villana, Madame Medusa -muy bien interpretada en la versión original por Geraldine Page-. Si no ocupa un lugar destacado en el panteón de las villanas de Disney quizá sea porque la eclipsa otra muy similar pero aún más memorable, Cruella de Vil. Eso sí, Medusa está tan bien animada como su predecesora espiritual y además cuenta con dos compinches igualmente temibles, la pareja de cocodrilos.

Dato curioso: Los rescatadores es la primera película de Disney que tuvo una segunda parte –Los rescatadores en Cangurolandia (1990)- y, además, de las pocas cuya secuela se estrenó también en cines, pues durante el resto de los 90 la norma fue que se comercializaran directamente en formato doméstico.

Reseña Panorama
Puntuación
8
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