Steve ‘Spaz’ Williams. Categoría: Película. |
Unos animales del zoo de Central Park acaban, por una mezcla de intención y peripecias varias, en la naturaleza africana, donde no se manejan tan bien como pensaban. ¿Te suena el argumento? Sí has visto Madagascar (2005) seguro que sí. Es el mismo. Aunque nunca puede descartarse el espionaje industrial -véase la famosa coincidencia de Bichos: Una aventura en miniatura (1998) y Hormigaz (1998)-, es posible que fuese una casualidad, porque el film que nos ocupa llegó a los cines solo once meses después del producido por DreamWorks Animation y los tiempos de la animación son largos.
Sea cual sea el caso, la cuestión es que a Disney la salió muy mal la jugada y fue un fracaso en taquilla. A poca gente le interesó volver a ver la misma historia cuando, para colmo, Madagascar, sin ser una maravilla, es superior en todos los aspectos y bastante más divertida. Baste pensar que, en su fin de semana de estreno en Estados Unidos, Salvaje recaudó menos de la mitad que Ice Age 2: El deshielo (2006) en su tercer fin de semana -ocuparon el cuarto y segundo puesto respectivamente-, así que hasta Blue Sky Studios le pasaba por encima con pasmosa facilidad. Claro que Disney no era por entonces la máquina casi infalible de éxitos en la que se había convertido menos de una década después y hasta es divertido pensar que Blue Sky Studios acabaría formando parte de su imperio.
A pesar del batacazo que se pegó, comprendo que la compañía de Burbank quisiera coproducir y distribuir la película dado que la hegemonía comercial de la animación 3D por ordenador era ya evidente. Máxime cuando el estudio de animación de Disney acababa de iniciar su apuesta por la técnica con la fallida Chicken Little (2005) pero aun no tendría lista la siguiente, Descubriendo a los Robinsons, hasta el 2007, así que esta le venía bien para poder estrenar una en el 2006. Además, cuando se involucró en el proyecto aun no estaba claro que el contrato con Pixar fuese a ser renovado, de modo que convenía hacer acopio de producciones en 3D.
Como no soy accionista de la casa del ratón, lo que más me atañe es que, desde un punto de vista artístico, Salvaje es también un fracaso. Parecidos argumentales aparte -otros críticos han señalado los puntos en común con El rey león (1994) y Buscando a Nemo (2003), que me parecen pertinentes-, no hay aquí nada que redima la propuesta. Valoro que adopte un enfoque algo más dramático que lo habitual en la escena comercial, pero su supuesta emotividad produce escaso efecto cuando los personajes son tan poco atractivos.
Finalmente, la animación 3D ha envejecido mal, pero tampoco en el momento de su estreno estaba a la vanguardia del medio. A eso se suma que el diseño de los personajes sea anodino en el mejor de los casos y tirando a feo en más de uno: el koala, por ejemplo, podría pasar por una creación deliberadamente feísta de una serie paródica de Adult Swim, al estilo de Xavier: Renegade Angel (2007 – 2009).