Tras el dedicado a los guionistas, este es el segundo post de una serie que podría denominar ‘Los oficios de la animación’. Esta vez me he fijado en los productores, la pieza clave para que salga adelante un proyecto, sea o no animado. Los amantes del medio tendemos a fijarnos especialmente en los directores, y luego en otros aspectos como el guion, la estética, el tipo de animación… Los productores rara vez son mencionados. En todo caso, se destaca el estudio. Un solo post no bastará para remediar todos aquellos en los que he obviado su esencial rol, pero espero que sirva para reconocer su enorme labor.
En este artículo participan trece productores o directores de producción que han participado en algunos de los más premiados y/o interesantes proyectos de animación de la industria española. Xosé Zapata (The Monkey, Los demonios de barro), Chelo Loureiro (Valentina, Unicorn Wars), Manuel Cristóbal (Arrugas, Un día más con vida), Belli Ramírez (Pocoyó, Planet 51) Paco Rodríguez (El Cid: La leyenda, Nocturna), Javier Galán (Yo, Elvis Riboldi, Best Friends Forever… Stranded!), Raúl Berninches (La orquestita, The light of Aisha), José María Fernández de Vega (Buñuel en el laberinto de las tortugas, Operación Frankenstein), Iván Miñambres (Unicorn Wars, Homeless Home), Roger Torras (Arrós Covat, Heavies tiernos), Álex Cervantes (Rutina: La prohibición, Mironins), Paloma Mora (Trazo crítico, Proceso de selección) y Nicolás Matji (saga Tadeo Jones, Atrapa la bandera). Todos respondieron a las mismas preguntas, cada uno lo hace a su valiosa manera.
Xosé Zapata
(Fotograma de Los demonios de barro)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
El productor de animación es un concepto muy amplio, porque la animación no es un concepto monolítico como se suele pensar (el público general piensa en los dibujos para niños como algo vinculado directamente a la animación). Pero habría que recordar que sin duda el dibujo más famoso de la historia, Mickey Mouse, no era un dibujo para niños sino que eran cortos que se proyectaban en los cines antes de las películas para adultos, y sus historias tenían muchas connotaciones y referencias para el público adulto. Por lo tanto la producción de animación es muy amplia, no es lo mismo producir una serie infantil, que un largometraje para adultos o ‘arthouse’; no es lo mismo, trabajar en películas CGI de 100 millones de euros que hacer películas de 1 millón en 2D. No tiene nada que ver la producción de stop-motion con la de 2D, etc, etc. Por lo tanto tu pregunta no tiene una respuesta concreta, incluso en ficción sería más fácil de responder pero en animación realmente es muy complicado, no hay un perfil demasiado concreto para ser un productor de animación y a la historia me remito, qué tiene que ver Walt Disney con Jeffrey Katzenberg o con John Lasseter? Por lo tanto los talentos son muchos y muy variados, y ninguno concluyente para saber si serás buen o mal productor de animación.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
Todo el mundo tiende a pensar que el tiempo de producción y los calendarios tan extensos que manejamos en animación son el principal reto respecto a las producciones de ficción. Pero yo creo que eso es la menor de las diferencias. Que un rodaje de ficción dure 1 o 2 meses, y uno de animación de 10 a 20 meses, no es algo que cambie demasiado el resto de fases. Hay una característica que se suele no considerar respecto a la ficción: el eclecticismo de la producción de animación. Con este concepto me refiero que en una película de ficción es mucho más próximo la unidad del equipo de producción. Por ejemplo, un director de fotografía tiene una formación y un trabajo totalmente distinto al de un actor, pero hay mucha comunicación directa o indirecta entre ambos. Un actor y colorista, o un diseñador de arte en una película no tienen ningún tipo de relación, o como mucho una foto o unos diálogos que han escuchado en una animática. El trabajo de composición y de unificación que tenemos que hacer en una película o serie de animación es tremendo, el equipo es tan heterogéneo, y sus capacidades y funciones tan variadas que es una locura de complejidad y coordinación. Me fascina como trabajan equipos de distintos países, en distintos procesos y tiempos en un mismo proyecto y al final el proyecto no solo sale sino que a veces se logran resultados increíbles. La producción de animación es una partida de ajedrez fascinante llena de variantes y posibilidades, con piezas y movimientos muy distintos, que al final acaba en una obra de arte de combinaciones.
Chelo Loureiro
(Fotograma de Valentina)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
Además del talento lógico para saber elegir las historias más potentes que puedan tener recorrido a nivel internacional, sin duda debe poseer una sensibilidad artística y formación suficiente para poder valorar la calidad gráfica de los proyectos, la técnica que mejor se adecúe a cada guion tanto desde el punto de vista artístico como presupuestario, y buscar el mejor equipo de animación posible para cada proyecto. Conocer los tiempos de los procesos es elemental, también, para no soñar con imposibles.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
Para mí el mayor reto es el de la etapa de desarrollo, fundamental en animación y muchísimo más costosa que en los proyectos de ‘live action’. Etapa para la que no es fácil levantar financiación y lo que pueda llegar a conseguirse es, por regla general, la centésima parte de lo que se necesita. Pero para vender un proyectos es indispensable contar con un desarrollo muy serio ejecutado por grandes artistas, ‘character designers’ y de ‘backgrounds’, con un equipo de animación solvente para producir un teaser en el que podamos mostrar a nuestros protagonistas y los entornos en los que se desarrollará la historia.
Organizar el mejor diseño de producción posible en función del equipo que consigamos, para que los tiempos sean óptimos en consonancia con los recursos. Y muy bien coordinado con nuestros coproductores, casi siempre indispensables.
Manuel Cristóbal
(Salvador Simó y Manuel Cristóbal, con el Goya por Buñuel en el laberinto de las tortugas)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
Un productor es un productor, no importa que sea animación, documental o imagen real. De todos modos creo que el principal talento que debe tener es el de generar proyectos y unirlos al talento adecuado. Yo trabajo eligiendo obras preexistentes como Arrugas o Buñuel en el laberinto de las tortugas y ofreciéndoselas a los directores adecuados a los que les uno con un guionista. Además de eso debes acompañar el proceso y ser el mejor aliado del director durante el mismo, si eso lo haces bien el edificio está bien construido. Todos los procesos posteriores elevan lo que hayas desarrollado y si el guion y la animática no son buenos será alimentar el pipeline con basura y sale basura muy cara. Es una lástima esas películas que desperdician el talento y esfuerzo de sus equipos, hay que hacer películas que merezcan la pena.
También me alegra mucho cuando el trabajo del talento por el que apuestas es reconocido como en el caso de Arrugas el Goya al mejor guión adaptado frente a Almodóvar, Benito Zambrano o Icíar Bollaín o que Studio Ghibli la comprara para estrenarla en Japón. En el caso de Buñuel en el laberinto de las tortugas conseguimos que fuera la primera película de animación preseleccionada por la Academia de Cine para representar a España en los Oscars y ver a un director novel como Salvador Simó al lado de dos oscarizados como Amenábar y Almodóvar fue un momento muy especial, como también lo fueron las cuatro nominaciones a los Goya, el EFA, el Platino o ganar de nuevo el Premio del Jurado en Annecy.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
La animación es un factor impulsor de la taquilla internacional, una taquilla donde ha quedado claro que admite sólo cierto tipo de películas, entre ellas las de cine familiar de animación. Películas que funcionan en España y a nivel internacional con cifras que sorprenderían a más de uno. Lástima que en España no tengamos más películas de animación familiares, se favorecen unos presupuestos que no dan para competir, que cercenan la ambición y no se entienden que lo que crea valor es la IP y no sólo atraer rodajes extranjeros. Financiar animación con los apoyos actuales en España es como si atletas que compiten en 100m, en 1.500m y en maratón reciben cada uno medio litro de agua a pesar de lo diverso del esfuerzo. Adivinad quienes son los maratonianos aquí.
También hay mucho intrusismo y muchos créditos de productor que no lo son. Un productor no es un financiero y tampoco lo es un director de producción, son diferencias que deben conocerse igual que en una película de animación el director es una persona y el director de animación es otra. Un productor es quien genera el proyecto, lo define artística y financieramente, es su máximo responsable y lo acompaña durante todo el proceso. Alguien que ignora o minusvalora a un director y su importancia tampoco es un productor y la prensa debería saber distinguirlos.
Belli Ramírez
(Fotograma de Planet 51)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
Ante todo, gracias por pensar en mi para este artículo. Contestando a tu pregunta, he de comentarte que la palabra productor-a se usa a menudo de forma errónea para denominar a los diferentes roles del departamento de producción, y esto crea mucha confusión. Por ejemplo, hay coordinadores de producción que se llaman a sí mismos productores, jefes de producción que también se denominan, o los llaman productores, etc… como ves, es muy confuso, y lo que se consigue es que nadie conozca los diferentes roles que hay en un departamento de producción con claridad.
Pues bien, yo soy directora de producción, no productora de animación, y te puedo dar mi punto de vista desde mi rol de directora de producción. Las principales responsabilidades de un director-a de producción pueden ser, desde ayudar a definir el proyecto que se quiere producir, a hacer el plan de producción, contratar al equipo necesario el proyecto, proporcionar los medios necesarios y asegurarse de hacer un seguimiento para que se cumplan los objetivos.
Dicho esto, para desarrollar bien mi trabajo como directora de producción considero que he de tener conocimientos de los procesos de producción de la técnica que se vaya a utilizar, en mi caso tengo experiencia en 2D y 3D. Estos conocimientos me sirven para enfrentarme al plan de producción. Es importante tener la habilidad de abarcar muchas tareas al mismo tiempo y a la vez tener capacidad de análisis para entender en todo momento en qué punto está el proyecto y adelantarme a posibles problemas. Producir proyectos de animación requiere de trabajo en equipo, por lo que entran en juego habilidades como saber delegar, liderar, negociar, y no puede faltar la habilidad de la comunicación y la inteligencia emocional y social, destacando la empatía y asertividad. Para acabar con este punto, decir que la adaptabilidad y flexibilidad es vital, ya que en una producción cada día puede ser una nueva aventura 😉
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
Bueno, yo nunca he trabajado en proyectos que no sean animados, por lo que voy a ver si puedo responder siguiendo mi intuición 😉
Creo que en los proyectos de animación la tecnología tiene un gran impacto, esto hace que nos tengamos que renovar y estar aprendiendo continuamente. Dejar claro que es positivo actualizarse y aprender, pero crea cierto estrés el saber que todo cambia, y que no siempre estamos al día de todo lo que acontece.
En mi opinión un gran reto respecto a los proyectos no animados es el tiempo. Para producir una peli o una serie, podemos estar entre 1 o 5 años, dependiendo del tipo de proyecto. Esto hace que los presupuestos sean más caros y cueste más conseguir la financiación.
En animación se suele decir si lo puedes imaginar lo puedes crear, esto supone siempre un gran reto, posiblemente de los retos más fascinantes. Aquí dirección de producción, dirección técnica y dirección creativa están al servicio del proyecto para sacar lo mejor. Todo los que vemos en pantalla se crea de cero.
Para acabar, mi mayor reto posiblemente sea mantener una buena comunicación con todo el equipo y durante toda la producción. Al alargarse tanto un proyecto, todas las personas involucradas pasamos por diferentes fases profesionales y emocionales, es decir sufrimos un arco de transformación como el de nuestros personajes 😉
Paco Rodríguez
(Fotograma de Nocturna)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
Diría que uno de los primeros talentos de un productor es ante todo vocacional e inspiracional. Requiere una entrega total en una carrera de fondo donde el que más corre, siempre por delante de los demás. Es un líder al que el equipo acompaña. Muchas veces no se tienen claras los principales talentos que debe poseer un productor en la creación de un contenido audiovisual. De hecho, para el público en general la figura del productor pasa inadvertida. Pocos son los que reparan en su importante labor para que una producción audiovisual vea la luz y salga adelante.
La Real Academia define al productor como aquel sujeto “que, con responsabilidad financiera y comercial, organiza la realización de una obra cinematográfica y aporta el capital necesario”. Igualmente, el ordenamiento jurídico español , en una de sus formulaciones más importantes, considera al productor como “el empresario privado que tiene la iniciativa y asume la responsabilidad económica de la “fabricación” de la película y es titular de los derechos de proyección o exhibición pública de la misma, sin perjuicio, en todo caso, de los derechos que pueden reservarse los autores, que no se pueden ceder en ningún caso”.
La figura del productor en una obra audiovisual es tan importante como la del propio director, o incluso más. Aunque no sea muy visible respecto al talento necesario, el productor también es creador, aunque no reconocido. Esa parte inspiracional busca constantemente ideas e historias que se incorporen en su línea editorial. Baraja un volumen de ellas y decide qué proyectos se llevan a cabo y cómo. Le toca elegir la mejor historia para contar, el mejor guion para la audiencia adecuada. Después buscará, a su juicio el talento más adecuado, como el director, los actores, y el resto del equipo. Con todo ello armará el ‘packaging’ del proyecto.
Además, tiene un doble objetivo: localizar y gestionar el talento creativo y técnico para el proyecto y buscar los recursos para transformarlo en un contenido audiovisual acorde con los gustos e interés del mercado o cliente. Ambos objetivos deberán dar como resultado una obra de calidad, en términos artísticos y/o comerciales. El productor es una especie de todo terreno que tiene que dar soporte para que el director pueda expresarse y que, a la vez, tiene la enorme responsabilidad de ser el dueño y gestor de la obra a todos los niveles. Además, debe tener sensibilidad para dejar hacer al director-realizador y no interferir en su creatividad, pero a la vez mantener los preceptos industriales y de coste del producto y del proyecto.
El productor debe tener la visión global del proyecto y ser un gran comunicador. Ha de ensamblar arte e industria en su justa medida, creando un producto donde se plasmen inquietudes artísticas, las del director y las de todo su equipo y que, al mismo tiempo, cumpla con las normas del mercado, las obligaciones adquiridas y las expectativas creadas: duración, formato, calidad técnica y audiencia. En este caso nos referimos al productor que adquiere un fuerte compromiso con la obra, al que le da una dimensión con el talento adecuado y consigue su financiación. Es un productor participativo, en contraposición a los productores-inversores con una función puramente financiera. La labor del productor participativo es acompañar y velar por cada una de las fases de la realización de la película, cortometraje, documental o contenido, desde el concepto, pasando por el desarrollo, la preproducción, la producción, la postproducción y el marketing, hasta encontrar su máximo desarrollo comercial, como producto-contenido en sí mismo o como obra audiovisual de apoyo a otro interés mayor.
Otro talento radica en saber destilar en el equipo, inspiración, confianza y seguridad. El campo de trabajo del productor es tan amplio como lo es el de las relaciones interpersonales. La industria del contenido audiovisual como cualquier empresa artística o industria del entretenimiento es una industria de egos y éstos suelen estar habitualmente en pie de guerra. Diría incluso que el talento es uno de los temas más difíciles de manejar en una producción. Su manejo es uno de los principales talentos de un productor. También es una industria de casino donde estás apostando todos los días hasta el estreno, donde sube la apuesta en P&A. El dominio de los estados anímicos de montaña rusa de una producción es clave. En suma, el productor es la figura central de todo proyecto y como decía David O. Selznick “Yo entiendo que mi tarea como productor es ser responsable de absolutamente todo”.
Algunos conceptos que incluye el trabajo del productor ejecutivo quedan recogidos en el cuadro siguiente:
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
La animación, desde la perspectiva del productor español, ha sido siempre un gran reto y lo seguirá siendo debido a ciertas debilidades que presenta frente a la imagen real. La primera son los tiempos de producción y sus procesos desde el desarrollo hasta la pantalla. En menos de un año aproximadamente puede disponer de una película de ficción rodada y postproducida para su exhibición. Un largometraje de animación va a suponer mínimamente unos 4 años desde la idea hasta la pantalla si se cumplen bien los tiempos de desarrollo, financiación y producción. Esto implica un atractivo menor para potenciales inversores que buscan un retorno de su inversión a corto plazo. Invertir en animación implica un ROI a largo plazo, que puede ser muy rentable y lucrativo si llega a generar una masa critica suficiente para disparar licencias de merchandising. Ahora, solo es posible para un selecto ramillete de series de animación mayoritariamente procedente de las majors o minimajors. No obstante se ha hecho mucho más difícil lograr esa explotación para las películas de animación cuyos estrenos son efímero y pocos duraderos, insuficientes para crear una masa crítica amplia para consumir productos derivados de la obra.
Subrayaría que el mayor reto al que ha de enfrentar este subsector así como el resto del audiovisual es el cambio de paradigma que está sufriendo el sector. La cadena de valor y el sistema de ventanas de explotación sufren un tremendo stress. Se está reconfigurando. El motor económico del cine radicaba en los ingresos de la taquilla. Esta marcaba los precios de las licencias del resto de las ventanas de explotación. Esa referencia ha volado por los aires. Tanto que de momento funciona a prueba/error: Estrenos híbridos (Sala- plataforma). El dilema actual del productor de cine es si renuncia o no a la ventana cine y opta directamente programarse en una plataforma mundial de VoD.
En televisión, hay cada vez una mayor concentración y convergencia de medios que limita la competencia a unos pocos clientes. Las fragmentaciones y segmentaciones de las audiencias generan un abanico de ofertas donde predomina la sobre abundancia, donde el usuario se pierde y se abruma ante tanta oferta. Estos nuevos hábitos de consumo han aportado una nueva generación llamada con el acrónimo ATAWADAC que significa que el usuario digital consume contenido en Cualquier Momento, en Cualquier Lugar, en cualquier dispositivo, y cualquier contenido. Esto implica que terminó la era del broadcasting para llegar al narrowcasting donde el usuario es el centro y te lo tienes que ganar uno a uno.
El espacio en la televisión en abierto y de pago se va reduciendo paulatinamente para el independiente. La animación española ha perdido presencia y cuota de mercado frente a la oferta internacional salvo en RTVE quien sigue subvencionada al 100% pero que prefiere invertir mucho más en deporte como los 220 millones de euro previsto para estos años. La inversión en contenidos de las cadenas privadas se centra más en la ficción que en la animación. Las series españolas son inexistentes en las dos privadas (A3 y T5) salvo excepcionalmente algunos largometrajes como la saga de Tadeo Jones. A esto hay que sumar la bajada de los ingresos en la TV clásica lineal que implicará menos inversiones. La TV en abierto, debido a los grandes cambios de hábitos de consumo digital desaparecerá cuando mueran sus audiencias de más de 60 años que han estado en parte bajo el yugo de la teoría del 4: 4 energúmenos, 4 cámaras, 4 horas y 4 duros para generar unos ingresos publicitarios increíbles y muy rentables, más que una película de Hollywood.
El acceso a las grandes plataformas de VoD se hace cada vez más complicado para la animación española. Si observamos las grandes plataformas VoD mundiales, sigue prevaleciendo la animación de los grandes estudios en detrimento de la producción independiente, ya sea europea o latinoamericana, salvos casos excepcionales que buscan aportar una dieta más local a sus audiencias.
La tendencia para superar debilidades se centra sobre todo en los presupuestos de producción y en la financiación de las obras. Esa relevante limitante obliga en gran parte a coproducir a nivel internacional con toda la complejidad que implica. Es un tipo de “condena” que el sector vive desde hace tiempo a pesar de la falta de experiencia, las fuertes diferencias y descompensaciones en términos de costes de producción entre países. Creo que es una necesidad vital para dimensionar mejor los proyecto y hacerlos más competitivos frente a países como Estados Unidos y Canadá que destacan por ser grandes creadores de contenidos (series, películas, entre otros productos) y tener economías muy fuertes. Para la mayoría de los productores españoles, este renacimiento de la animación está siendo impulsado por nuevas regulaciones gubernamentales cruciales como el aumento de las exenciones fiscales. Ha impulsado a España a la primera posición entre los destinos que más atención reciben a nivel internacional.
Lo bueno es que el talento es la gran fortaleza, tanto en Europa como en Latinoamérica. Lo que si necesitamos como latinos son agentes o distribuidoras nacionales e internacionales especializada en animación que permitan cerrar acuerdos desde el desarrollo con la distribución en forma de preventa que ayuda a la financiación. La distribución de la ventana de cine en España sigue en mano de las majors y la explotación de una película de animación es ciertamente complicada, incluso brillando en los festivales top tipo Annecy u otros. Carecemos de una distribución paneuropea y pan latinoamericana hecha por europeos y latinoamericanos en manos de las majors. Se sigue operando territorio a territorio, cosa que enlentece muchísimo la explotación de las obras.
De momento el sector se encuentra en una encrucijada: ¿Queremos convertirnos en un proveedor de servicios de calidad, ser un productor ejecutivo en mano de multinacionales o producir IP, es decir contenido propio, que generen ingresos en el futuro en su explotación?
Los países que lograron crear una industria de la animación con producción propia fueron los que antes bregaron como países de servicios de animación. Esto logró generar un caldo de cultivo para la producción propia como ha ocurrido con España, Francia, Corea del Sur entre otros. El desafío es mantener la producción propia de IPs y sus retornos que sucumbir a los servicios de producción cuyos márgenes se sitúan en un mero beneficio industrial del 10% al 20%.
Las cifras mundiales son alentadoras para los futuros agraciados. Según un estudio elaborado por la firma Statista, en el último año, la industria global de la animación registró un valor de mercado cercano a los US$ 261.000 millones, alcanzando un crecimiento del 3 % en comparación con lo facturado del año anterior. El desafío es lograr que un trozo relevante de este pastel caiga en nuestro sector. El cacareado Hub Audiovisual Español pretende apoyar al sector con múltiples acciones dentro de la cadena de valor donde suman sinergias entre la animación, los videojuegos, la realidad aumentada y la realidad virtual que dará paso al alumbramiento del metaverso donde la animación en general será clave así como sus avances tecnológicos. Creo que en algún momento va a aparecer la oportunidad para controlar ya no tanto la historia que te cuentan sino cómo la ves y como poder controlar la interacción entre el usuario y el contenido. Un desafío más en la relación productor/audiencia.
Javier Galán
(Fotograma de Best Friends Forever… Stranded!)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
Criterio, dar con una buena idea, saber vender esa idea, saber qué quiere el mercado hoy y qué querrá a 3-4 años vista (que es cuando esa idea, en el mejor de los casos, terminará por ver la luz),conexiones, una agenda repleta de los mejores talentos (artistas, escritores, técnicos, equipo de producción…) siempre dispuestos a trabajar con él, otra agenda repleta de broadcasters, cofinanciadores y coproductores siempre dispuestos a financiar el proyecto, criterio, capacidad para crear un presupuesto que se sustente, capacidad para ceñirse a ese presupuesto, una gran competencia organizativa, autoridad, criterio, saber encauzar el talento de las personas que conforman el equipo, un profundo conocimiento de al menos tres de los procesos creativos de una producción animada (la escritura, el dibujo, la animación, la realización, la edición, el sonido…) y saber valorar cada una de esas ramas sin excepción, el don de la ubicuidad (muy conveniente cuando se gestionan múltiples proyectos en paralelo), no tener familia ni lazos afectivos estrechos con persona alguna (los plazos de entrega, las reuniones a deshora y los constantes viajes, foros y compromisos no son compatibles con ello), más criterio, una gran capacidad resolutiva, empatía, don de gentes, manejarse con soltura en redes sociales, conocimientos básicos de Microsoft Excel y Adobe Photoshop, carnet de conducir y vehículo propio, superfuerza, telequinesis, visión de rayos X y una fe (prácticamente) ciega en el proyecto en que se esté trabajando. Y criterio
Tener únicamente criterio y un buen socio o un equipo (bueno también, a ser posible) en quien delegar o con quien compartir responsabilidades podría también ser una opción válida, aunque con bastante menos mérito.
De no darse ninguno de estos dos casos, sucede lo que sucede. Sucede el desequilibrio. Sucede el que existan esos productores con un gran talento para dar con el proyecto ideal, pero que resultan una nulidad a la hora de buscar la financiación necesaria para levantarlo -y de ahí que haya proyectos fabulosos que jamás lleguen a materializarse- y que existan también esos otros que, sin criterio (artístico) alguno, son capaces de lograr financiar y producir el más mediocre de los proyectos -y de ahí que en ocasiones nos preguntemos cómo es posible que tal o cual cosa haya llegado a emitirse o proyectarse. Y tan malo es lo uno como lo otro. Para la industria y para las retinas del espectador.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
Bueno, me temo que no esté realmente capacitado para responder esta pregunta. No, al menos, con el criterio y el conocimiento de causa que requeriría una respuesta en condiciones. Y es que hasta la fecha no he participado en una producción de imagen real, de modo que no conozco cuáles serían los retos específicos que existen a la hora de producir live-action ni, por extensión, cómo de estrictamente específicos o no serían esos retos en el campo de la animación.
Ahora, asentada esa base, puestos a dar una respuesta y aun a riesgo de resultar obvio, diría que todos. Si entendemos que cada fase de una producción supone, por definición, un reto en sí, deberemos entender que todos esos retos son específicos de una producción de animación, por cuanto a que el medio es distinto.
Me explico con un símil, a ver si logro hacer que se me entienda. Tenemos dos relojes de pulsera, uno clásico, de aguja, y otro digital. Sus funciones responden a un mismo uso y objetivo: dar la hora (narrar una historia, en el caso de una producción audiovisual). Y su formato es prácticamente idéntico: un artilugio con una caja y una correa que uno lleva en su muñeca (continuando con el eufemismo, una serie, un cortometraje o un largo -entre otros formatos- en el audiovisual). Y sin embargo, y a pesar de ese aspecto, uso y objetivos comunes, la mecánica para llegar hasta ahí difiere por completo. Los componentes de uno y otro reloj (ruedas, vástagos, muelles y pivotes en el uno, placas y circuitos y lo que sea que lleve dentro un reloj digital en el otro) no tienen nada que ver.
Lo mismo sucede en una producción de animación respecto a una de imagen real: todo lo que va de la concepción de la idea hasta la entrega del producto final, cada una de esas fases de la producción, es distinta y, por extensión, implica un “reto específico”.
Total, que una respuesta en condiciones a esta pregunta en la que pasara por enumerar las diferencias a la hora de conseguir financiación para el proyecto, conformar el equipo, planificar sus plazos… implicaría, me temo, detallar cada una de las fases de una producción de animación. Y eso da para varios libros.
Y si todo esto no se entiende, no se sostiene, o, directamente, no tiene sentido alguno, me remito entonces a la respuesta que está implícita en el inicio de mi respuesta: en realidad, lo ignoro. Pero toda esta lectura no ha sido en vano; ahora todos conocemos las diferencias básicas entre un reloj de manecillas y uno digital.
Raúl Berninches
(Fotograma de La Orquestita)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
La dos aptitudes clave para sobrevivir a cualquier producción son: sentido común y sentido del humor. Sin ellas, creo que yo no podría tomar la mitad de decisiones diarias ni relativizar todos los problemas a los que nos enfrentamos. Es algo que se tiene pero que mejoras con cada proyecto.
Hay tantas formas de producir como productores existen. La formación en producción de animación es relativamente nueva y sigue siendo escasa, por lo que hemos ido aprendiendo a base de experiencia, aciertos y errores.
Un proyecto de animación es un gran engranaje que nunca debe parar. Los productores preparamos todas las piezas, buscamos el equipo para ponerlas en marcha y luchamos para que funcione lo mejor posible. Conseguir esto es un auténtico reto que requiere mucha comunicación, creatividad, capacidad de reacción y negociación y, sobre todo, paciencia, mucha paciencia. Yo siempre bromeo con que a los productores deberían convalidarnos las carreras de psicología y derecho por todo el aprendizaje emocional y la cantidad de papeleo con el que trabajamos.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
Las producciones de animación son el doble o triple de largas que un proyecto de imagen real. Yo llevo casi diez años en Mago Production y todavía hay proyectos en producción que se comenzaron a desarrollar cuando entré. Los presupuestos son más altos y los calendarios más extensos, esto requiere de nuevo mucha constancia y control de recursos.
El principal reto para la animación española sigue siendo su financiación. Aunque nos encontramos en una época muy buena con más producciones que nunca, sigue siendo muy difícil levantar todo el presupuesto de una obra con fuentes nacionales. Esto nos obliga a coproducir internacionalmente, lo cual casi siempre es gratificante y aporta grandes beneficios al proyecto, pero no deja de ser una pérdida de la propiedad industrial hacia otros países más fuertes y más riesgo en cuanto al control de la producción.
Por último, el otro gran reto para la animación es terminar con la fuga de talento actual. Ahora mismo es muy difícil conseguir un equipo artístico y técnico español para un proyecto. La formación técnica es reciente y existe una gran demanda de profesionales juniors en el sector que contrasta con la poca y dramática cantidad de seniors y supervisores disponibles de cualquier área. El trabajo en remoto ha globalizado la competencia y no podemos negociar en igualdad de condiciones con ofertas de empresas norteamericanas o europeas. Necesitamos aumentar nuestros presupuestos a través de más dotación por parte de las televisiones, conseguir de una vez las ayudas a desarrollo y series de animación por parte del ICAA, así como fortalecer y encontrar nuevas formas de financiación que fortalezcan la industria y nos permitan conocer y llegar mejor a nuestro público, principal objetivo que nunca debemos olvidar.
José María Fernández de Vega
(Fotograma de Buñuel en el laberinto de las tortugas)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
Uno de los talentos a desarrollar es la constancia y la paciencia. Hace falta mucha paciencia para levantar la financiación de un proyecto animado (más que en imagen real). Así que toca armarse de ella, porque el camino… será largo.
Otro talento que considero necesario (y que no siempre se encuentra en el sector) es algo tan sencillo como ser «buena gente». Ser transparente, fiable, claro, organizado… Es decir, ser, como hay que ser para que la producción del proyecto sea disfrutable, y no un suplicio. En una producción que haga un único productor, la carencia de ese «saber estar» le afectará a sí mismo (y a su equipo), pero en animación, donde hay varios coproductores, tener uno que hace las cosas difíciles, es un horror para los demás, ya que genera problemas que afectará a todos. Por eso, hay que buscar ser «buena gente». Y rodearse de socios y equipo que también lo sean. Así, todo será más fácil y mejor. Y disfrutarás.
Además de esto, es necesario tener la capacidad de poder tener una perspectiva holística del proyecto. Del presupuesto. De la técnica. Del equipo para hacerlo. De los plazos y obligaciones que hay que cumplir… Y para eso es necesario que no sólo estés formado como productor, sino que también entiendas un poco (o mucho, mejor) de arte, de animación, de gestión de producción, de marketing, de comercialización, de finanzas… En realidad, ser productor (bueno) es complicado, porque tienes que saber de muchas cosas al mismo tiempo, para que el proyecto no se atasque en ningún momento.
Como es imposible saber de todo, es importante tener un equipo de confianza, que se implique tanto como tú en el proyecto. Un productor, por sí sólo… no es casi nada. Estamos en un trabajo de equipo.
Y por último, es tener cariño a lo que haces. Que te guste lo que haces. Que te guste la animación. Que le des un enfoque «creativo» al proyecto, no limitándote a ser un productor-administrador de números, ayudas, cuentas, etc.
En mi opinión, ser productor (buen productor) es muy difícil, porque tienes que ser el último y el primero al mismo tiempo para infinidad de cosas. Es duro y es sacrificado, pero una vez que terminas el proyecto tienes la satisfacción (enorme) de poder decir: «esta idea se convirtió en realidad».
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
Quizás el más grande es tener la capacidad de gestión de un proyecto y un equipo que va a estar trabajando en un proyecto que será mucho más largo que uno de imagen real. Yo he producido imagen real y animación… y no tienen nada que ver. En imagen real, vas, ruedas, tiene un periodo corto, y después todo el mundo a casa, y te quedas ya montando, haciendo sonido, postpo… Pero es un equipo relativamente pequeño.
Sin embargo en animación el proceso es mucho más largo, implica a mucha más gente, y desgasta mucho más. Por tanto, volvemos a la pregunta anterior: hay que tener paciencia, porque será necesaria para superar este «reto» que implica hacer animación.
Por otro lado, en animación partes del folio en blanco, casi. No hay actores, no hay localizaciones físicas… no hay nada. Tienes que crearlo todo. Eso es bonito, pero complejo también.
Y desde el punto de vista de la producción, pues también es un reto conseguir el presupuesto de la producción, que siempre es alto.
Iván Miñambres
(Fotograma de Unicorn Wars)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
– Ser un gran aliado/a y tener un mismo concepto de película que su director/a, para poder ir alineados en las decisiones y estrategias generales del proyecto.
– Ser capaz de establecer un equilibrio entre el apoyo y libertad a los artistas, y la capacidad para contener los tiempos de ejecución y los presupuestos.
– Pensar de manera creativa en las decisiones ejecutivas.
– Saber priorizar y relativizar los éxitos/fracasos.
– Predecir de la forma más eficaz posible los costos de producción.
– Tener un amplio conocimiento de la industria de la animación en todos sus ejes técnicos y artísticos (cuanta más información tenga más fácil será la toma de decisiones).
– Visión global del proyecto y flexibilidad para reformularlo según vaya evolucionando con el tiempo, entrada de coproductores, compromisos con terceros…etc.
– Esforzarse por estar al tanto de todas las convocatorias y legislación correspondiente al sector.
– Estar en continua relación con instituciones, cadenas de televisión y distribuidoras.
– Además debe tener capacidad de liderazgo, ser ordenado/a, paciente, alegre… y que no odie viajar en avión o estar fuera de casa para asistir a mercados a mover sus proyectos.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
En mi opinión, uno de los mayores retos como productor de animación, es ser capaz de realizar un desarrollo efectivo para poder mover el proyecto en su etapa más inicial.
La fase de desarrollo en animación es muy cara y hace falta una horquilla de inversión elevada para realizar el desarrollo artístico, teaser y todos los materiales necesarios para poder acudir a convocatorias, televisiones o distribuidoras.
En la actualidad en España no existe una gran capacidad para obtener financiación en esta fase, por lo que es necesario arriesgar y creer mucho en una idea para poder poner en marcha el proyecto y tener las máximas garantías.
Además de esto, el gran reto es la educación. Entender la animación no como un género sino como una técnica que nos permite desarrollar ideas y contar historias. Romper el falso mito de que la animación sólo puede ser infantil o familiar, y verlo como CINE en mayúsculas.
Roger Torras
(Fotograma de Heavies Tiernos)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
No creo que pueda responder a esta pregunta. Seguramente hay muchas respuestas posibles y todas ellas correctas. Me refiero a que cada productor es muy distinto y, en consecuencia, las cualidades de cada productor también lo son. Cuando haces una coproducción y tienes que trabajar con otros productores te das cuenta de las grandes diferencias que hay entre productores. Cada productor hace su trabajo de la forma que él cree es más adecuada, y que puede ser muy distinta de la que uno usa, pero que puede ser igual de válida, e incluso más. De hecho, la experiencia de trabajar con otros productores es muy enriquecedora pues te permite aprender mucho de los productores con los que trabajas. Pero volviendo a la pregunta, creo que lo importante no es ser tan consciente de las cualidades que uno tiene sino de las carencias. Cuando uno sabe sus carencias puede trabajar para que estas no lastren tu trabajo. Por ejemplo, a la hora de encontrar a las personas que formarán parte de tu equipo, buscas personas que te complementen y consigan ocultar tus carencias. No hay que olvidar que en una película o serie de animación participa mucha gente y que el equipo de producción es una pieza tan importante como cualquier otro equipo. Si el equipo de producción no funciona, el resultado final se resentirá. Es pues muy importante pues que ese equipo lo formen una serie de personas que sumen y se complementen entre ellos. A modo de resumen, se podría decir que el principal talento de un productor es la suma de los principales talentos que conforman su equipo.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
Tampoco tengo muy claro que sea capaz de responder a esta pregunta. Los retos específicos de una producción de animación dependerán de las características del propio proyecto. Una producción con un presupuesto de un millón de euros no tendrá los mismos retos que una producción que supere los cinco millones de presupuesto. De la misma manera que una producción nacional tendrá unas peculiaridades muy distintas a una coproducción internacional. Quizás, uno de los retos específicos que en estos momentos existe en la industria de la animación está relacionado con los nuevos hábitos de consumo de los espectadores.
Por un lado, el aumento del consumo audiovisual afecta a la cantidad de producciones que se pueden producir dentro de la industria. Este problema también se da en el mundo de la ficción, pero las producciones de animaciones son más largas y requieren de un equipo más numeroso por lo que el aumento del número de producciones tiene que ir respaldado de una ampliación de las personas que trabajan en la industria de la animación. Últimamente, una de las frases que más escucho de otros productores es la dificultad de encontrar técnicos.
Por otro lado, me preocupa el hecho de que las nuevas tecnologías permitan un consumo omnipresente. Me refiero a las tablets y a los móviles y al uso que hacen de ellos los niños. Yo creo que es un tema que requiere un debate público por parte de todos los implicados para regular el consumo. No puede ser que, a pesar de las recomendaciones de los expertos, haya televisiones públicas en todo el mundo que produzcan y programen contenido audiovisual para niños de 2 a 4 años. Y creo que tampoco puede ser que una televisión pública española, cuando le planteas este problema, te digan que son los padres los responsables de gestionar el tiempo de consumo de sus hijos. Por no hablar de la cantidad de material que se produce específicamente para ser consumido en internet y con un contenido que no pasa por ningún filtro de tipo educativo. Así pues, y como productores de contenido audiovisual dirigido al público infantil, no podemos obviar la responsabilidad que tenemos hacia ellos y como el consumo de nuestras producciones afecta a su educación.
Y parar finalizar, y ya que estamos en un blog especializado en animación para adultos, comentar que la aparición de las plataformas de streaming ha hecho viable llevar a cabo producciones de animación dirigidas a un nicho muy concreto. Me refiero a producciones de animación para adultos que las televisiones generalistas no contemplaban y que ahora son más viables de plantear. La producción italiana Cortar por la línea de puntos es un ejemplo paradigmático de una producción que, sin plataformas, nunca se hubiera llevado a cabo. Esto nos plantea el reto de desarrollar producciones de animación para adultos y que puedan ser vistas en muchos países.
Álex Cervantes
(Fotograma de Rutina: La prohibición)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
No sé si se puede hablar de talentos, pero desde luego un buen productor de animación debe reunir unas cuantas cualidades:
Lo primero es, sin duda, amar esta profesión. Hay que ver mucho cine, series, cortos y cualquier formato de animación. Esto te permite estar muy al día de lo que hace la gente, nuevas tendencias, técnicas y nuevas formas de contar historias.
Otra de las cosas super importantes es saber lo que es bueno y lo que no, artísticamente hablando. Yo soy artista de profesión y cuando trabajo de productor sé diferenciar entre algo de calidad y algo que no lo es, pero hay productores que no tienen este background, ni ese criterio artístico. Con los años se aprende mucho, por lo tanto recomiendo a todo el mundo que esté empezando como productor/a que inviertan algo en formación artística, o que lean y vean mucho (blogs, making of, pinterest, Artstation..etc) para que cuando hagan una producción sean conscientes de si lo que están haciendo es realmente bueno.
También es muy importante la pasión, ya que en ocasiones necesitamos movernos por pasión antes que por el negocio. La pasión te hace meterte, a veces, en proyectos que son mas fuertes artísticamente que comercialmente, y es un proceso natural hasta llegar a los proyectos que nos ayuden a vivir de esto.
Otra de las skills importantes, es la paciencia, no se puede levantar proyectos usando atajos, o queriendo correr antes que andar. No pasa nada si hay proyectos que no salen y debemos esperar un tiempo a que el mercado los quiera y si hay que meterlos en un cajón, se meten y vendrán nuevos proyectos.
Por último para mi, sería la honradez y generosidad como pilares básicos. A parte de que son valores universales e incontestables en una sociedad civilizada, también es la mejor estrategia para producir animación, porque normalmente se necesitan socios y co-productores para poder producir, y cuanto mas honrado y generoso se es, mas confianza se genera y mas fácil será levantar nuevos proyectos y acuerdos.
En resumen: Si juntamos el amor por esta profesión, un buen ojo crítico, pasión, paciencia y honradez, se suele llegar lejos. Quizás cueste, pero si un/a productor/a no se desvía del camino y mantiene estos valores al final se llega al objetivo que es lo que queremos tod@s, Producir proyectos interesantes, artísticamente potentes y comercialmente grandes.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
En nuestra profesión, a diferencia de imagen real, no solo basta con tener una buena historia, es también muy muy importante el arte de la producción, porque además de bonito e interesante para atraer al publico a verlo, debe ser «animable», es decir técnicamente viable. Esta es al parte que mas suele costar, y la más complicada de atar los costes, porque debes contar también con la opinión de todos los socios del proyecto.
Pero claramente los retos de las producciones de animación son, claramente, los tiempos tiempos de producción, la confianza y los presupuestos.
Desarrollo un poco esto:
Para conseguir la financiación de un proyecto debemos comprometernos a unos tiempos y fechas de estreno, para que los inversores, co-productores-Televisiones y ayudas publicas confíen en nosotros. Al poner unas fechas de estreno, nos obliga a arrancar la producción sin tener, normalmente, la financiación cerrada al 100% (Nosotros recomendamos no arrancar hasta tener al menos el 80%, sino es un suicidio). El no tener la financiación cerrada al 100% y comenzar a gastar dinero, genera un estrés increíble, porque no tienes la seguridad de poder cerrar ese gap, y aunque confías da bastante miedo.
Otro de los grandes retos es lo que llamo yo, la confianza. Una producción de animación hasta que no va por mitad de la producción no se ve nada, tan solo hay algunas imágenes, un guion, un animatic lleno de notas y rayajos y un montón de archivos, pero no sabes, hasta bien pasada la mitad de la producción, cómo va a quedar lo que estas haciendo, y si eso va a molar o va a ser una mierda. El nivel de confianza en el equipo y en los planes de producción tiene que ser muy alta.
Luego están los presupuestos, que son muy altos en comparación con la imagen real, y levantar la financiación es el mayor reto de todos porque no solo hay que convencer a los inversores de que meter el dinero en tu producción es lo mejor que pueden hacer, hay que convencer a unos cuantos (Tv´s, ayudas publica, inversores, co-productores…etc) y para eso hay que gastar bastante dinero y tiempo en hacer un buen desarrollo del proyecto como : Diseño de personajes, Diseño de algunos fondos, visual development y un largo etc que llega a ser un montante de decenas de miles de euros, por no hablar de cientos de miles de euros a fondo perdido.
Y para terminar añado un par de retos mas:
A diferencia de la imagen real, las producciones de animación duran bastante en el tiempo. Un reto complicado es mantener el talento durante todo ese tiempo, porque pueden ocurrir mil cosas desde: enfermedades, bajas voluntarias, incorporaciones en otras empresas…etc.
L@s artistas que trabajan en animación son personas muy especializadas, y para suplir cualquier baja con rapidez para que no afecte a la producción, se necesita un buen departamento de RRHH (Como tenemos en Hampa) para que si sufrimos alguna baja, poder incorporar artistas rápidamente y que los equipos y departamentos no sufran.
Y como último punto que nos diferencia, es decir que el nivel técnico de una producción de animación super por mucho las producciones de imagen real, por la complejidad y la especialización de los procesos y los softwares.
Se necesitan ingenier@s y directores técnic@s especializad@s en lenguaje de programación que nos ayude a crear complejos sistemas de producción y comunicación interdepartamental, así como analizar y resolver problemas diarios con los softwares y los hardware.
Paloma Mora
(Fotograma de Primeras)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
Bueno, en primer lugar quiero aclarar que en TV ON Producciones producimos diferentes géneros y formatos. Llevo 22 años produciendo largos de ficción, acabamos de estrenar el último largo que hemos producido En temporada baja, series de ficción, series y largos documentales, programas de entretenimiento y series y cortos de animación 2D, stop motion y ahora también en 3D. La verdad es que los proyectos de animación que hemos producido en los últimos años me han dado muchas alegrías: El Criptozoólogo, El diario de Bita y Cora, Sex Symbols, Proceso de selección, Trazo crítico…
Los talentos que considero fundamentales son que el proyecto que vas a llevar a cabo te apasione, rodearse del equipo más talentoso y adecuado para ese proyecto y que el proyecto tenga una dimensión internacional.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
La animación requiere procesos largos y laboriosos y para ello debes tener la financiación adecuada para abordarlo adecuadamente. Hay que tener un target claramente definido y «hablar» su mismo lenguaje para que el proyecto se pueda ver en el mayor número de países.
Las ventajas de la animación es que permite crear universos creativamente muy diversos, que cada vez hay mayor demanda de contenidos de animación por espectadores de diferentes edades, que se puede trabajar simultáneamente desde diferentes países y que la animación española está viajando por el mundo. Todas estas ventajas son razones de peso para poder enfrentarse a los retos.
Nicolás Matji
(Fotograma de Tadeo Jones 3: La tabla esmeralda)
¿Cuáles son los principales talentos que debe poseer un productor de animación?
Si estamos hablando de un productor ejecutivo no se requieren cualidades diferentes a las de un productor de películas convencionales: las famosas 4p: preparación, pasión, persuasión, paciencia.
El proceso de financiación es él mismo, lo que varía son las cantidades que se piden y el tipo de material que se presenta, que es lógicamente, mucho más visual.
Si estamos hablando de un director de producción, entonces todo cambia porque las producciones de animación requieren equipos y perfiles técnicos distintos a los de una producción normal y son más escasos. Tienen que tener además una gran capacidad para motivar al equipo porque el rodaje no dura ocho semanas, sino tres años. El Line producer de animación ejerce también un poco de lo que sería el primer ayudante de dirección en una película convencional, marca el plan de rodaje y dice lo que se puede hacer y lo que no.
¿Qué retos específicos existen en las producciones de animación?
El gran reto es el desarrollo. Es durísimo y muy largo. Los materiales que hay que presentar para financiar una peli de animación son extensos y costosos. A los agentes que te financian les asustan los plazos de 36 meses y se suele poder completar la financiación cuando te quedan unos 20 meses para entregar. Ese primer año y medio de trabajo para convencer se hace a capón, en solitario y con un alto riesgo si eres un productor independiente. Además, los productores independientes no tenemos margen de error: al tener los recursos muy limitados, las películas tienen que quedar bien casi a la primera, son pocas las veces que podemos deshacer y rehacer el camino andado.
Además el guion de una peli de animación anda muy en paralelo con el desarrollo del storyboard y la propia producción. Si no lo haces te puedes encontrar con tochos ilegibles de guion que lo explican todo o bien con guiones que no terminan de transmitir todo lo que ocurren en pantalla.