1962: Los cisnes reales (Dikie lebedi)

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Los cisnes reales (Dikie lebedi)

Vera Tsekhanovskaya y Mikhail Tsekhanovskiy.
LOS CISNES REALES (DIKIE LEBEDI).
9/10

Categoría: Película.
Guion: Leonid Trauberg.
Año: 1962.
País: Unión Soviética.
Género: Fantasía, Musical.
Técnica: 2D.
Estudio: Soyuzmultfilm.
Idioma: Ruso.
Característica: Princesas, Príncipes, Animales.
Duración: 57 min.
Clasificación por edades: Todas las edades.

Los cisnes reales es la adaptación del relato de Hans Christian Andersen que en español se conoce habitualmente como Los cisnes salvajes. La dirigió el matrimonio formado por Vera Tsekhanovskaya, que debutaba en el largometraje, y Mikhail Tsekhanovskiy, que ya había realizado esa misma labor en la estupenda La princesa rana (1954).

Es una propuesta interesante porque se sitúa a medio camino entre el preciosismo de las más realistas producciones de Soyuzmultfilm, como La doncella de nieve (1952) o Los doce meses (1956); y la línea particularmente enfocada a público infantil que ejemplifican bien El niño encantado (1955) o Las Aventuras de Pinocho (1959), entre otras. No llega a ser tan preciosista como las primeras, pero tampoco tan sencilla como las segundas.

Sin embargo, se diferencia de ambas líneas del estudio por su personalísima estética, que es la parte más estimulante. Prácticamente cada plano es una maravilla que dan ganas de imprimir y enmarcar: las ilustraciones de las que parte la animación son de una belleza admirable. Por otra parte, al contrario de lo habitual en Soyuzmultfilm, muchos de los fondos son un solo color liso sobre el que destacan personajes y objetos -dibujados, estos sí, con multitud de detalles-, cosa que crea un curioso contraste y dota a la parte visual de un efecto cuasi mágico, como si la acción transcurriera en un plano fantástico e irreal.

Ya lo había conseguido en los años 50 con su realismo socialista y su extenso uso de rotoscopia, pero con Los cisnes reales creó Soyuzmultfilm otra cautivadora alternativa a la estética de Disney. Y quizá no sea este el más asombroso ejemplo de animación, pero hay pasajes muy bien animados, como las danzas de los hermanos o el muy realista movimiento de la ropa cuando hay viento.

La parte narrativa no ha envejecido tan bien como su asombrosa estética, lo que no quiere decir que haya perdido su atractivo. La conmovedora historia de Andersen está bien contada, con un buen manejo del ritmo, y se toma su tiempo en desarrollar al personaje principal, el de la abnegada hermana mayor que hará todo lo posible por salvar a sus hermanos. Además, las interpretaciones de voz no caen en los pequeños excesos teatrales que se aprecian en algunas películas del estudio en la década anterior y la banda sonora es magnífica, incluyendo la canción de aire operístico que canta el príncipe.

En fin, son tantos sus reclamos -el diseño es el más evidente pero no el único- que todo amante de la buena animación más allá de Disney tiene el disfrute asegurado.

Dato curioso: con esta eran ya eran cinco las ocasiones que un cuento de Hans Christian Andersen era adaptado como película animada. Las cuatro anteriores fueron Fyrtøjet (1946), primera película de animación danesa, dirigida por Svend Methling; Cisaruv slavík (1949), dirigida por el maestro de la escuela de animación checa, Jirí Trnka, junto a Milos Makovec; La bergère et le ramoneur (1952), versión inicial de la obra maestra que Paul Grimault concluyó en 1980 con el título de Le roi et l’oiseau; y La reina de las nieves (1957), otra obra esencial del medio, dirigida por Lev Atamanov y realizada también en Soyuzmultfilm. Eso convertía al autor danés en la fuente más recurrente para los largometrajes animados, superando las tres adaptaciones que se habían realizado de los cuentos de Charles Perrault y las dos de los escritos por los hermanos Grimm.

Reseña Panorama
Puntuación
9
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